Cartas
La dura vejez
Señor director:
Definitivamente en Chile es muy duro ser de la tercera edad. No solo se trata de pésimas pensiones que definitivamente no entregan condiciones dignas para vivir los últimos años, sino que también se suma el doloroso olvido de la sociedad.
Es que no recuerda que lo que hoy existe en nuestro país fue construido por quienes hoy son nuestros viejitos, esos mismos a los que le descuentan en muchos casos el 7% de salud, cuando ellos por todo su aporte deberían recibir una atención gratuita.
No nos preocupamos de muchos abuelos que no tienen compañía, que son a veces incluso dejados de lados por sus propios hijos, esos que cuando la cosa se comienza a poner complicada optan por dar un paso al costado con quienes dieron todo por ello.
Necesitamos integrarlos más y quejarnos menos. Ellos necesitan también que construyamos una sociedad más amable con ellos, que los sigan viendo como aportes desde su experiencia y no como un verdadero cacho.
Carlos Zepeda