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El mundo de la radio recuerda al gran "Monito" Castillo

Por más de 30 años Carlos Castillo trabajó en diversas estaciones radiales de Antofagasta, caracterizándose por su calidad humana y profesionalismo. Hablan sus familiares, amigos y ex compañeros.
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Claudia Cáceres G.

Un hombre que se dedicó completamente a la radio; cariñoso, gran amigo y muy bueno para la talla. Así describen y recuerdan sus hijos y ex compañeros a Carlos Castillo Osorio, más conocido como el "Mono Castillo", quien concretó un amplio paso por diversas estaciones radiales de la ciudad, y que el pasado 31 de diciembre falleció a los 50 años tras sufrir un paro cardíaco, dejando un legado para todos los que pudieron compartir y trabajar con él.

Nació en la población Covadonga de Antofagasta, en donde se crió y comenzó su amor por las perrillas, la música y la magia de la voz en off; en una época en que las personas se imaginaban a sus locutores favoritos y las historias que éstos contaban.

Carlos Castillo Torres (23), uno de sus cuatro hijos, recuerda que su padre inició su carrera en el año 1986 en Radio Antofagasta cuando un amigo le enseñó todo acerca de la radiodifusión, para luego continuar en Radio Aurora, Radio Chilena, Radio Máxima hasta finalmente llegar a Radio Digital y Positiva, en donde ejerció hasta el 2016 como radiocontrolador en "Pasión de Multitudes".

"Cuando llegamos a la Digital con mi papá hacíamos transmisión de exterior. En ese tiempo estaba don Patricio Souza en el estudio y mi papá hacía los programas de lunes a viernes y después, cuando Pato falleció, mi papá se tuvo que hacer cargo del estudio", cuenta Carlos.

Además, menciona que Monito amaba su trabajo porque siempre fue muy apasionado por el deporte, "a nosotros cuando chicos nos llevaba a jugar a la pelota, a ver partidos de fútbol, también seguía mucho el tenis, el básquetbol y la fórmula 1".

Muy querido

Jorge "Coco" Torres, relator deportivo, trabajó desde el 2010 con el "Monito" en Pasión de Multitudes, en donde le tocaba asumir la responsabilidad técnica del programa. "Vigilaba que todo lo técnico funcionara a la perfección; tenía una experiencia notable en la radio y creo que su particularidad es que él vivió todos los procesos de los cambios tecnológicos que se producen y que se están produciendo en las comunicaciones, adaptándose muy bien a ello", comenta Torres.

El "Coco" también menciona que "Monito" comenzó trabajando cuando las transmisiones de la radio se hacían a través de una línea telefónica, aprendiendo hasta hacerlo con internet y fibra óptica. "El tuvo la capacidad de evolucionar con la tecnología y ser capaz de estar absolutamente vigente", indica.

Un gran mentor

Otro de los locutores que recuerda con cariño a Carlos Castillo es Alexis Ardiles de Radio Fm Plus, quien hace memoria y comenta que su amistad comenzó en 1998, cuando un día estaba escuchando Radio Antofagasta y se interesó en los concursos y el mundo del dial. "Llamé porque quería conocer la radio, fui y ahí empezó una amistad de 30 años con el 'Carlitos', como le decía yo de cariño".

Agrega que "me dio la oportunidad de meter las manos en las perillas y aprender cómo se trabajaba en radio, fue un gran amigo, siempre con el chiste por delante y poniendo apodos graciosos, pero no ofensivos".

Alexis también manifiesta que Carlos hacía escuela en la radio, al que quería entrar nunca le decía que no, tenía una paciencia para enseñarle a todo el mundo.

Asimismo, su carisma y felicidad fueron su sello personal, características con las que todos concuerdan. "Siempre andaba feliz, siempre tenía una sonrisa que mostrarte o inventando una talla. Era difícil ver a mi papá triste, por lo que lo recordaré como una gran persona, un buen hombre y un excelente padre", dice su hijo Carlos, a quien el "Mono" le enseñó desde pequeño, al igual que a sus otros hijos, el mundo de los controles, pues hoy él es el encargado de transmitir Norte Minero Radio.

Carlos hijo cuenta que cuando era pequeño y debían transmitir en el estadio, tenían que 'tirar' casi 200 metros de cable, "yo era chico y después era súper emocionante ir en la micro y que todos escucharan la radio porque es muy bonito el hecho de informar a la gente. En la radio no muestras tu cara, sólo tu voz, pero para que eso ocurra hay todo un trabajo por detrás que mi papá hacía de corazón", menciona Carlos.

Pedro Cisternas, locutor y ex compañero de trabajo durante muchos años del Mono Castillo, dice que además de su buen humor, Carlos era una persona tremendamente generosa, conciliadora y que nunca le importó compartir, incluso si tenía poco. "Cualquier cosa que necesitábamos él estaba ahí, muy buen profesional, preocupado de lo que nosotros hacíamos, él se se quemaba las pestañas para solucionar los problemas".

Así también lo recuerda el "Coco", pues dice que Mono Castillo era un hombre de radio y que en su humor estaba permanentemente acordándose de anécdotas que ocurrían en la radio. Si bien dice era de pocas palabras, transmitía sinceridad. "Era extremadamente responsable, fiel y preocupado del quehacer, llegaba una hora antes del programa para revisar la pauta y los contactos telefónicos. Una persona muy cordial para establecer la comunicación, te explicaba de qué se trataba".

Fernando Vergara, quien conoció a Carlos en 1986 cuando trabajaron juntos en la Radio Antofagasta, lo recuerda como un radiocontrolador muy bueno para solucionar cualquier falla del momento. "Un gran amigo, un gran profesional en todo plano. Con Monito todo se transformaba en una anécdota, era muy cariñoso con la gente que llegaba a la radio, con los invitados y hasta el final mantuvo su profesionalismo y calidad humana", menciona. LEGADO

Carlos falleció a fines del año pasado luego de sufrir un tercer paro cardíaco, luego de tener otros el 24 y 26 de diciembre. A los 23 años le diagnosticaron diabetes, enfermedad con la que también debió lidiar hasta el último día.

Sus hijos Silvio, Felipe, Carlos y Matías y la madre de ellos, María Angélica, quieren recordar a "Monito"como una persona que amó y vivió de la radio, un oficio que seguirá vivo a través de ellos. Así como también, su pasión por la música y el deporte.

"Fue un buen hombre con toda la gente que tratrabajó en las emisoras, siempre ayudó mucho en las transmisiones. Espero poder mantener vivo su recuerdo mediante mi trabajo como radiocontrolador", desea su hijo Carlos Castillo.