Deportes - La Estrella de Antofagasta

Bárbara Riveros se coronó campeona ayer del Ironman de Pucón y obtuvo su tercer triunfo consecutivo en la tradicional competencia deportivo de tierras sureñas.

Le costó mucho. Sufrió hasta el final. Incluso pensó que la victoria se le iba de las manos. Así vivió Riveros su triunfo de este domingo en el Ironman de Pucón.

La "Chicka" cruzó la meta con un tiempo de 4h36'18'' y se impuso estrechamente a la estadounidense Alicia Kaye, quien llegó a escasos metros de la chilena. El podio lo cerró la también norteamericana Haley Chura.

Carrera

La chilena fue prácticamente toda la carrera detrás de Kaye, quien incluso le sacó seis minutos en bicicleta, pero fue en los 500 metros finales de trote donde Riveros demostró todo su coraje y con sus últimos esfuerzos pudo aventajarla y quedarse con el título, al igual como lo hizo en 2015 y 2016.

Esta fue su primera carrera del año, luego de que en agosto pasado obtuviera un meritorio quinto lugar en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

"No me la creía que podía pillar a Alicia, súper sorprendida y cansada. Un aplauso para ella, lo hizo genial", valoró tras cruzar la meta.

Siguiendo con su análisis de la competencia, la nacional, quien fue destacada por su participación en los Juegos de Río, comentó que "en ningún momento pensé que podía sobrepasar a Alicia, realmente al final dando la vuelta me di cuenta que estaba muy cerca, pero no lo pensaba. Salí de la península cuando quedaba el último recorrido en el pueblo, llevaba 1 minuto 10 y lo veía muy difícil".

Finalmente valoró que "Pucón es donde me vio hacer mi primera carrera y la península siempre ha sido muy especial. No me sentí muy bien partiendo corriendo. Por momentos pensé que hoy no es mi día, jamás pensé recortarle 6 segundos".

Hombres

En tanto, Felipe Barraza se quedó con el segundo lugar del Ironman en los hombres y es el cuarto año consecutivo en el que logra rematar dentro del podio, tras su tercer lugar en 2016 y las platas que consiguió en 2015 y 2014.

El chileno marcó un tiempo de 4h06'04'', a casi seis minutos del líder , el canadiense Lionel Sanders, quien cronometró 4h00'07''. El argentino Luciano Taccone se llevó el bronce con 4h06'09''.

2° lugar obtuvo Felipe Barraza en hombres, logrando así rematar por cuarto año en el podio.

El sueño del título de la Premier parece ser precisamente sólo un sueño para el Manchester City. El elenco de Claudio Bravo una vez más tropezó y cayó por 4-0 en su visita al Everton, resultado que lo dejó a 10 puntos del líder Chelsea.

Los problemas en defensa una vez más le pasaron la cuenta a los dirigidos de Guardiola. Poca comunicación y falta de claridad en la salida son falencias que se volvieron a repetir.

El equipo local el que dio el primer golpe. Rapidísimo ataque por la derecha, centro de Davies para Romelu Lukaku, quien no perdona y con fuerte remate bajo batió a Bravo a los 33 minutos.

El segundo golpe llegó recién iniciado el segundo tiempo. Aún no se acomodaba el City en la cancha cuando Kevin Mirallas tomó un rebote al borde del área y con un furioso remate puso el 2-0. Cuando el elenco de Bravo luchaba por el descuento, una nueva desinteligencia en la salida desde su propia cancha le costó el 3-0 de Tom Davies. El último gol llegó a los 94' tras otro error defensivo que Ademola Lookman decretara el 4-0 con un fuerte remate.

Alexis Sánchez lo quiere jugar todo. De eso no cabe duda. Y este fin de semana lo demostró nuevamente. El chileno reaccionó muy molesto cuando fue sustituido en la goleada del Arsenal sobre el Swansea.

Se jugaban los 78 minutos y hace sólo 5 que el tocopillano había sentenciado el triunfo. Durante todo el partido fue el que más buscó y colaboró con asistencias en los otros goles.

Por todo eso no quería salir. Y cuando vio el cartel que mostraba su número y que tenía que salir en reemplazo de Danny Welbeck no ocultó su desilusión. Se sacó enojado los guantes y balbuceó palabras que de seguro no eran muy buenas. AL momento de llegar a la línea lateral saludó a su compañero, pero no así a su técnico Arsen Wenger.

Todas las cámaras lo seguían. Y ya en la banca seguía molesto y amurrado.