Deportes - La Estrella de Antofagasta
En 1951 se disputaron los primeros Juegos Panamericanos y desde entonces Chile se ha ilusionado - a la distancia- con ser sede de la competencia. Esos juegos fueron en Buenos Aires, la misma ciudad con que Santiago disputará la sede de 2023.
Finalmente el Gobierno aceptó postular a Chile para recibir los Juegos Panamericanos tras un arduo trabajo del ministro del Deporte Pablo Squella junto a Neven Ilic, presidente del Comité Olímpico de Chile.
"No se trataba de convencer, el Gobierno, y particularmente la Presidenta siempre ha sido la principal apoyadora para las actividades deportivas. Ha hecho mucho. Nuestra obligación como Ministerio y COCh era presentar un buen proyecto para que pudiera sumarse el Gobierno y aceptar, era una deuda histórica", cuenta a Emol justo antes de salir de vacaciones para aprovechar de estar con su nieto recién nacido, y quien es hijo del atleta Tomás Squella y de la gimnasta Makarena Pinto.
-Ahora ya viene la segunda etapa, la de la competencia con Argentina. ¿Cuántos son los recursos destinados al proyecto?
- "200 millones de dólares, eso tiene que ser acotado. Las cuentas que sacamos son 50 mil pesos de alimentación por personal al día. Hay algunos ítems que nos tiramos más arriba que otros, y otros más bajos. Para eso necesitamos una proyección precisa y saber cómo va a ser el programa de los Juegos. Saber cuántas personas estarán en la Villa Panamericana, cuántas camas. 10.500 personas que van venir en total, pero no todas estarán acá, se van rotando".
-¿Habrá alguna otra sede además de Santiago?
-"Santiago será la principal. Y se sumarán Valparaíso con Curauma y otros deportes en Rancagua. Tenemos un perímetro de 100 kilómetros que podemos movernos. Hay que considerar si se habilita un sub sede de alojamiento para los que están en Valparaíso o Viña, verlo con la Escuela Naval, es totalmente factible. Yo lo he vivido personalmente cuando participé en los Juegos de Indianápolis nos quedamos en un regimiento de excelente nivel".
- La última vez que Chile se presentó a una candidatura llegó irradiando confianza de que ganaría. Pero no, se fracasó. ¿Qué se hará ahora para que no se repita eso?
-"Estábamos preparados para el 2019, pero Lima ya había trabajado durante muchos años, esa era su segunda postulación. Partiendo de esa base ya tenía más puntos a favor. Nosotros estamos en esa posición, incluso más fortalecidos porque tenemos la experiencia de organizar megaeventos como los Odesur, que fue la gran puesta a prueba, no fue un evento perfecto, pero que a la luz pública salió perfecto. Jamás se pensó que iban a colmarse los estadios, gente quedó afuera, eso hay que preverlo".