Cartas
El legado de Michael Novak
El 17 de febrero de 2017, a los 83 años de edad, falleció Michael Novak, uno de los teólogos católicos más influyentes del siglo XX y XXI, quien defendió el capitalismo como el sistema económico que puede derrotar la pobreza, despertar la innovación y vitaminizar la creatividad para obtener los bienes espirituales que nos den satisfacción.
Novak nos ha dejado como enseñanza que construir una sociedad libre que supere los retos que el estatismo diseñó desde la planificación central socialista, es una empresa a la que todos debemos contribuir. Y sólo resaltando la condición humana en su realidad y desde su dignidad como tal, se conseguirá desde un capitalismo democrático desarrollar una sociedad donde los ciudadanos puedan crear, innovar, edificar, crecer y vivir en forma libre y responsable. Nos despedimos entonces de un gigante de la libertad. Muchas gracias por todo lo enseñado. Descanse en paz.
María Celsa Rodríguez.
Década Evocéntrica
En los últimos años, el Presidente Evo Morales ha dejado fluir su imaginación para gobernar, utilizando la coerción ilimitada contra su pueblo para cumplir sus aventuras socialistas, que da a Bolivia el puesto número 168 en Índice de Libertad de Heritage Foundation, categorizado como país -reprimido- por la autoridad; además de número 115 en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional; número 114 de 127 países en el Índice Mundial de Seguridad Internacional y Policía, en que destaca una baja confianza ciudadana en la policía y una alta militarización; descrito en el Word Press Freedom Index de "Reporteros sin Fronteras" como un país de "arrestos arbitrarios e impunidad por violencia y abusos contra la prensa".
Distintas percepciones, de distintos ámbitos, pero concentrados en un lugar cuyo Presidente cumple su tercer periodo (de 5 años); en que más de 25.000 bolivianos han escapado a Chile con residencia definitiva desde 2005 (sin contar las indocumentadas) por las pésimas condiciones del país. Pero su proyecto de democracia como "función social", es decir, una de cartón mojada con los sucesivos escándalos de corrupción y agresiones a las libertades fundamentales. Probablemente, es por eso que Morales detesta la Constitución de 1980 (una Carta que limita dictaduras democráticas como la suya), porque de regir tan sólida institucionalidad en Bolivia ya estaría él en la cárcel.
Sebastián Espíndola Yáñez.