Aula hospitalaria atendió a más de 600 niños el año pasado
Evitar el retraso escolar, es una de las principales funciones que tiene el aula hospitalaria del Carlos Cisternas, donde reciben a niños con tratamientos médicos, que impiden que asistan a clases regulares.
El año pasado, el aula del hospital de Calama, atendió a cerca de 600 niños, que por diferentes motivos médicos tuvieron que estar hospitalizados o con reposos prolongados en sus casas.
Estos niños y jóvenes, son de diferentes edades y niveles, por lo que las tres docentes que están a cargo de este programa de educación los visitan y realizan un programa especial para no retrasar sus materias.
La profesora del aula hospitalaria, María Huerta, explicó que "la cantidad de alumnos que se atiende por año es relativo, pues depende de cuántos alumnos lleguen enfermos a hospitalizarse. A ellos los captamos y atendemos en sus camas, si se pueden levantar los llevamos al aula".
Es por ello, que para este año ya tienen a tres alumnos que son permanentes y que fueron derivados del centro de salud mental, los cuales no pueden asistir a un colegio de forma regular. Ellos reciben atención especial, ya sea en sus casas o en la misma aula.
Para ello, las profesoras recorren las viviendas de los niños que tienen los tratamientos médicos a largo plazo y también son promovidos de curso.
Esta es un mandato de ley, que busca que los niños y jóvenes en edad escolar, sigan recibiendo la educación escolar.