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Expertos explican varazón de jurelillos en Mejillones

Dada la preocupación de pescadores, crearon un centro para investigar las causas de estos eventos.
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Claudia Cáceres Guerrero - La Estrella de Antofagasta

José Sánchez, secretario del Sindicado de Pescadores y Buzos Mariscadores de Mejillones, estuvo por casi dos horas mirando sorprendido cómo personas sacaban decenas de jurelillos que habían varado la noche del miércoles en las costas de Mejillones.

No es primera vez que este fenómeno ocurre en la vecina comuna, de hecho hace algunos días también vararon cientos de peces. Al teléfono José comentó que "es nuevamente problemática de las aguas contaminadas, de las empresas. La mortandad de pescado está solo en el barrio industrial, donde empieza el barrio y termina La Rinconada. El pescado está contaminado", dice el pescador.

Sobre las razones de este fenómeno, el doctor en Ciencias Aplicadas Mención Sistemas Marinos Costeros y docente del Departamento de Ciencias Acuáticas y Ambientales de la Universidad de Antofagasta (UA), Marcos Guiñez, comentó que "esta varazón de peces entre los cuales predominan las anchovetas, tiene varias aristas. En primer lugar está la condición natural baja en oxígeno que presenta la bahía, a esto se le puede sumar el incremento de peces pelágicos que ingresa a la bahía como consecuencia del decreto que impide el ingreso de embarcaciones industriales a menos de una milla de distancia de la costa".

Mencionó que se debe a la alta productividad biológica de la bahía, la depredación por parte de peces y aves y además a la emisión de material orgánico como resultado de procesos productivos al interior de ésta. "Es por eso que es difícil determinar las causas reales de esta varazón sin un estudio concreto en donde se identifique el factor que altere de la dinámica natural a la bahía provocando eventos como este", indicó.

Frecuencia

Sobre la frecuencia de esta varazón, Alexis Castillo, ecólogo marino y doctor en Ciencias Aplicadas, explicó que "este fenómeno no está restringido a las costas del norte de Chile, sino que también existen registros de varazones en otros ecosistemas con presencia de surgencia costera".

Comentó que si se considera que la varazón ocurre por un factor natural, tal como la hipoxia provocada por el ascenso de la Masa de Agua Ecuatorial Subsuperficial (AESS), "entonces se podría esperar eventuales varazones de peces y otros invertebrados marinos durante el periodo estival (primavera-verano), producto de que el aumento normal de la temperatura ambiental, la columna de agua se estratifica, y sumado a los aportes de nutrientes de la AESS, se genera una mayor productividad primaria (crecimiento de fitoplancton marino, especialmente diatomeas) a nivel superficial.

Dijo que luego toda esta materia orgánica generada es remineralizada, consumiendo gran parte del oxígeno disuelto disponible en la columna, y por consiguiente, refuerza esta zona de hipoxia en la columna de agua.

"Por otro lado, el aumento de los desechos domiciliarios (emitidas por el emisario submarino) y riles con alto contenido orgánico que son vertidos en la bahía producto de la actividad industrial, según sea el caso, eventualmente podrían generar 'condiciones hipóxicas', con alto potencial de generar una varazón", puntualizó.

Guiñez mencionó que los pescadores de Mejillones están muy preocupados por estos eventos que cada vez se repiten con mayor frecuencia, es por esa razón que con un grupo de pescadores y buzos del sindicato Algas Rojas de Mejillones formaron un Centro de Investigación de Fauna Marina y Avistamiento de Cetáceos, con el que ya están comenzando a trabajar junto al Labigam de la UA, instalando sensores de temperatura, generando perfiles físico-químicos de la columna de agua y tomando muestras de material orgánico para determinar las causas específicas de estos evento. Sin embargo, dijo que es necesario que la autoridad ambiental se haga presente con personal y equipos idóneos.

10 y 60 metros es la distancia entre las cuales se puede encontrar aguas hipóxicas.

2016 fue el año en que ocurrió recientemente una varazón en la Bahía de Mejillones.

Proa tendrá concesión de la "Mano del Desierto" por 25 años

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El Ministerio de Bienes Nacionales autorizó a la Corporación Proa a tener por 25 años más la concesión del terreno fiscal en donde se emplaza la "Mano del Desierto", por lo que el organismo sin fines de lucro podrá seguir interviniendo una de las primeras obras culturales y turísticas que ha dejado el nombre de Antofagasta reconocido en otros lados del orbe.

La entrega de la obra de Mario Irarrázabal situada cerca de la ciudad empresarial de "La Negra", se realizó ayer en una ceremonia denominada "Concesión Gratuita", en la que participó la ministra de la cartera, Nivia Palma Manríquez.

La directora ejecutiva de Corporación Proa, Pamela Ramírez, comentó que "es un orgullo que la ministra de Bienes Nacionales nos entregue esta concesión que nos permitirá mantener y hermosear, como es costumbre, la obra que permanentemente sufre serios daños". Adicionalmente, mencionó que "la escultura que fue uno de los primeros trabajos que entregamos como organismo a la comuna, es parte y referente de la zona y también representación de nuestra identidad nortina".

Carlos Tarragó, presidente de PROA y uno de los fundadores, contó que esta colosal estructura que fue inaugurada en marzo del 1992 tuvo la entrega, de parte de Floreal Recabarren -alcalde de la época- de las "llaves de la ciudad" a Mario Irarrázabal, creador de la escultura.