Cartas
Mejorar el lenguaje
Dejamos atrás un verano duro después de un arduo 2016, no solo por las crisis institucionales y las emergencias naturales, sino que por la actitud con que las hemos enfrentado como sociedad: con un lenguaje violento y muchas veces poco veraz. No solo de los medios de comunicación, sino, sobre todo, de las personas en las redes sociales.
Entre contadas excepciones, se leen torrentes de comentarios insidiosos, amargos, burlones o derechamente falsos. En el tiempo de las postverdades, sabemos cómo el lenguaje puede influir en la realidad y el desafío es usarlo para bien.
Marzo indica la vuelta al año escolar y, con ello, la oportunidad de partir de nuevo. Los establecimientos educacionales podemos marcar un cambio cultural: potenciar nuestras redes sociales reales -estudiantes, profesores, gestores, familias- para construir un lenguaje que contribuya a una sociedad de personas respetuosas de la palabra y el pensamiento de los demás.
El desafío es enseñar a nuestros estudiantes a usarlo para asumir responsabilidades en vez de inculpar a otros, crear el hábito de evaluar que lo que digamos o reenviemos sea cierto, bueno y útil. Feliz marzo.