Redacción - La Estrella del Loa

Estaba compartiendo un asado con un grupo de amigos cuando debió concurrir hasta los servicios higiénicos.

A nadie le pareció extraño que se ausentara por algunos minutos para cumplir con este trámite. Sin embargo, se alertaron cuando su ausencia se fue prolongando.

El hombre de 33 años en el trayecto fue interceptado por un grupo de personas que de forma sorpresiva lo comenzó a atacar.

En forma inicial comenzó a recibir golpes de pie y puño en diferentes partes de su cuerpo, pero luego vino lo peor de todo.

Uno de los agresores, a quien afirma no conocer, tomó un cuchillo cocinero y le propinó una certera puñalada en el cuello.

Cuando el agresor dimensionó la gravedad del acto cometido, se retiró del lugar hasta donde estaba compartiendo con un grupo de amigos.

La víctima fue hasta el sector de la administración, donde solicitó ayuda a la encargada que estaba de turno.

Ella lo socorrió e intentó detener el sangramiento que lo afectaba. En paralelo solicitó ayuda a personal del SAMU y la presencia de efectivos de Carabineros.

El afectado ingresó al Servicio de Urgencias del Hospital Carlos Cisternas, lugar donde personal de salud pudo estabilizarlo.

El hombre tenía un corte profundo justo bajo la oreja en la parte posterior. Esto le provocó importantes lesiones.

Mientras el recibía atención médica, los uniformados recababan antecedentes sobre lo ocurrido.

Una testigo se acercó y entregó antecedentes sobre el ataque, ratificando la versión de la víctima sobre el ataque sorpresiva mientras iba al baño.

En las dependencia seguía el supuesto agresor, quien luego de ser reconocido por la testigo, fue detenido por las lesiones provocadas.

El detenido quedó a la espera de pasar a control de detención por las lesiones provocadas al calameño.

Desde el camping donde ocurrieron los hechos reconocieron el incidente y precisaron que de inmediato se activaron los protocolos y se le entregó la ayuda a la víctima, además de aportar datos a Carabineros.

El trabajo mancomunado con la comunidad, le permitió a personal del OS-7 de Carabineros, sacar de circulación a un matrimonio que se dedicaba al microtráfico en el sector poniente de la ciudad.

Luego de las numerosas denuncia al nivel 135, se realizó una investigación que permitió confirmar este comercio ilegal.

Finalmente el personal llegó hasta una vivienda en calle Laguna Legía, lugar donde efectivamente se encontró droga.

El inmueble que fue allanado se encuentra a escasos metros de un jardín infantil. Además la mujer detenida es tesorera de un curso de enseñanza básica y dirigenta de su Junta de Vecinos.

Al constatarse que en su poder se encontraban sustancias prohibidas, se procedió a la revisión de la vivienda.

Se incautaron marihuana y pasta base de cocaína, poco más de 255 gramos, además de encontrarse dinero en efectivo.

En total 712 dosis que se encontraban listas para su comercialización a los adictos del sector donde operaban.

Carabineros destacó la importancia de denuncia de forma anónima al nivel 135, donde cada denuncia es investigada.

Estaba en el segundo piso de su domicilio, cuando de forma repentina se percata que las luces del primer nivel habían sido apagadas.

Bajó a verificar qué ocurría y se encontró con un delincuente que reunía especies de su propiedad.

Al verse descubierto huyó del lugar en una camioneta que lo esperaba en el exterior.

La víctima de inmediato comenzó un seguimiento sin perderlo de vista, hasta que vio que eran controlados por personal de la Sección de Investigación Policial, SIP de Carabineros. En ese momento los sindicó como los delincuentes que habían ingresado a su domicilio robando varias especies, entre ellas un televisor. Tanto el ladrón como su acompañante fueron detenidos por el robo denunciado.