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Colectividad de colombianos en Antofagasta:una riqueza cultural

Estar lejos del país de origen no es fácil, bien lo saben los cerca de 21 mil colombianos que llegaron a Antofagasta para cumplir sus metas y proyectarse en tierras nortinas. Hoy una parte de ellos están agrupados en una gran red de apoyo.
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Claudia Cáceres G. - La Estrella de Antofagasta

Un pedacito de Colombia se vive y respira en Antofagasta. Ciertos rincones de la ciudad han ido adquiriendo poco a poco la riqueza cultural del país cafetero, conocido mundialmente por la amabilidad de su gente, la variedad y belleza de sus paisajes, el folclor, historia y sabrosa tradición culinaria.

En la capital regional, pese a que estamos alejados de sus características playas caribeñas, ríos, montañas y la misma amazonía, podemos apreciar diariamente su cultura, la cual está presente en locales y calles en donde la música, gastronomía y alegría se hacen notar.

Y cómo no, si en Antofagasta se estima que viven cerca de 21 mil colombianos, quienes llegaron - y continúan haciéndolo- en busca de oportunidades laborales o situaciones personales, en un camino muchas veces con piedras que no les ha sido fácil recorrer, ya que ha estado sujeto a actos de xenofobia, racismo, discriminación, vulneración de derechos y prejuicios. Sin embargo, este camino poco a poco se ha ido despejando.

Colectividad

Para hacer frente a esta situación, es que en 2014 fue creada la Colectividad de Colombianos Residentes en Antofagasta, la primera organización de migrantes de este tipo en la Perla que actualmente agrupa a más de cinco mil cafeteros y sus familias.

Asimismo, buscaban tener representatividad ante el Estado de Chile para dar a conocer y defender sus derechos y generar cambios sociales al incentivar nuevas o mejores políticas públicas.Así como también, impulsar iniciativas de impacto social que promovieran el intercambio cultural, la concientización y sensibilización frente a otras realidades.

"En 2014 cada colombiano estaba sufriendo diferentes situaciones ya sea por discriminación, segregación laboral o dificultades en los trámites migratorios, varias dinámicas que se daban en la inclusión en la sociedad y además esa creciente ola de xenofobia y discriminación en algunos sectores de la ciudad. Entonces decidimos reunirnos y crear una organización, una red de apoyo entre compatriotas, sobre todo para la gente que recién está llegando porque ser migrante es realmente muy difícil; es muy complejo, existen muchas dificultades, no tienes una red de apoyo como familia o amigos, muchas veces te encuentras solo y desamparado en un país que tiene otras costumbres, otra dinámica en general de cómo se da la vida, incluso hasta el lenguaje puede ser complejo, es otra manera de expresarse", comenta Benjamín Cruz, presidente de la colectividad.

Esta situación bien la conoce Martha Bernal (56), miembro de la red que llegó desde Cali hace poco más de dos años, tiempo que no ha estado exento de angustias."Hay veces en que hemos vivido situaciones angustiosas, comentarios mal intencionados, entonces a uno se le baja la vibra, pero volvemos y nos levantamos porque sabemos que los buenos somos más y las cosas están dando buenos frutos", expresa.

Representatividad

Al igual que Martha, sus compatriotas llegan para cumplir propósitos de vida, sueños y metas, por lo que la Colectividad de Colombianos Residentes en Antofagasta toma un rol fundamental. Uno de los objetivos es tener representatividad ante el Estado, "para que podamos pronunciarnos ante diferentes situaciones que nos atañen, el participar, por ejemplo, en organizaciones de la sociedad civil para manifestar nuestra manera de pensar no solamente por nosotros sino por la comunidad migrante en general", agrega Benjamín.

Pero la colectividad no sólo está presente en ámbitos folclóricos y culturales, sino que también ha puesto sobre la mesa ciertas necesidades de los colombianos, así como también ha combatido la xenofobia y discriminación a través de diferentes actividades de impacto comunitario.

"Por ejemplo, hemos realizado operativos de limpieza, proyectos de desarrollo comunitario o actividades culturales gratuitas para la comunidad que nos ayudan a visibilizarnos para que la gente pueda ir desmitificando mitos, prejuicios que en realidad son preconcebidos", recalca Benjamín.

Otra de las miembros de la colectividad es Rosa Emilce Robledo (56), quien llegó hace unos meses desde el Pacífico del Caribe. La chef y portadora de tradición dice que desde su aporte busca mostrar una Colombia diferente, "una de la que no se ha hablado, que no se ha mostrado, esa Colombia que ha sido estigmatizada y muy marcada por la violencia (...) Pienso que esa Colombia diferente es de esas mujeres afrodescendiente o mujer como tal colombiana empoderada, trabajadora, que también lleva el mando en la casa, que no es mujer 'prostituta' como se ha mostrado acá, es una Colombia diversa, que acepta a todos los países, que es colorida y alegre".

Para mostrar esta cara positiva Lucila García, quien es oriunda de Barranquilla y que está desde los inicios en la colectividad, indica que están interviniendo mucho en el área social.

"Lo que se ve hoy en día hacia las masas es el arte y la cultura y todo lo que son las relaciones públicas y de imagen, pero también hay capacitación de nuestros miembros, eso está promoviéndose todos los días, de verdad de manera organizada, mirando siempre hacia un bien común, es la base que estamos viendo hoy día", menciona Lucila.

Trabajo

Cambiar la percepción, mitos, prejuicios y manera de pensar que tiene el chileno frente al colombiano es muy difícil hacerlo de la noche a la mañana, menciona Benjamín, pero sí se ha ido sensibilizando poco a poco.

Comenta que es un esfuerzo no sólo de la organización sino que también de un trabajo colaborativo en el que participan entidades del Estado, municipio, gobierno y otras organizaciones culturales y de inmigrantes.

"Es una unión de fuerzas que ha ido ayudando a que exista una transformación. Se han logrado ciertas cosas como la inclusión en materias de salud y educación que fueron las brechas más fuertes. En ese sentido se ha avanzado mucho, pero hoy el mayor desafío tiene que ver con la situación laboral de los colombianos".

Asimismo, cree que "los antofagastinos ya están diferenciando entre aquellos extranjeros que vienen a cometer delitos o cosas al margen de la ley y la gente que son migrantes. Nosotros como colectividad hablamos que la mayoría que viene a cometer delitos no son inmigrantes, son extranjeros, gente de paso que viene a cometer sus fechorías y se van, pero la gente migrante, los que vienen a establecerse, son personas de bien y es lo que la gente ha comenzado a distinguir".

Finalmente indica que están trabajando en proyectos para que los colombianos conozcan más de Antofagasta. "Queremos que comiencen a amar más esta ciudad como propia, ya que tenemos responsabilidades no como habitantes de paso (...) Hay que amar la ciudad, sus tradiciones, conocer su historia y patrimonio; interesarse en esta gran capital para construir una sociedad cada vez mejor, mucho más inclusiva, respetuosa de la diversidad y de la convivencia sana".