El 65% de las presuntas desgracias son casos de menores de edad
Durante lo que va del año este tipo de denuncias ha experimentado un aumento aproximado del 60%.
Redacción - La Estrella del Loa
Las cifras de denuncias por personas desaparecida en la ciudad de Calama, han experimentado un importante crecimiento durante lo que va del 2017.
Los número comparativos que se manejan sobre presunta desgracia hablan de un aumento del 60%.
Lo que más preocupa de estos números, es que del universo total de casos, el 65% corresponde a menores de edad. Es decir, niños y adolescentes que por diversos motivos decidieron partir de casa sin entregar explicación alguna a sus padres o cuidadores.
Mientras que del total de denuncias que han sido recibidas, en el 65% de los casos son mujeres las que abandonan su hogar y el 35% restante son hombres.
Para que el proceso de búsqueda sea exitoso es clave que los denunciantes alerten a Carabineros de forma inmediata por el tiempo en este tipo de hechos es clave.
"Las personas que denuncian esta situación no deben esperar ni 24 ni 48 horas para realizar la denuncia, al contrario, una vez que tomen conocimiento que se perdió la pista pueden concurrir a la unidad más cercana y realizar la presunta desgracia, la que será ingresada por el persona realizándose el encargo en forma inmediata a nivel nacional", explicó el jefe de la Sección de Encargo y Búsqueda de Vehículos y Personas, SEBV, teniente Eduardo Mendoza.
Es importante destacar que la labor realizada por la unidad especializada permitió durante el año 2017 solucionar el 83% de las denuncias por presunta desgracias recibidas.
Del universo total de denunciar recibidas, el 15% corresponde a ciudadanos extranjeros.
Un tema complejo, porque muchas veces regresan a su país sin avisar y sus familiares que siguen en Chile realizan las denuncias, las que quedan vigentes mientras no se tenga certeza de su paradero, lo que aumentan las cifras que podrían ser menores. Es clave denunciar y alertar cuando son ubicados.
15% de los casos es de extranjeros que regresan a su familias sin avisar a nadie.