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Anegamientos, piscinas, lodo y mucha agua hicieron intransitable la ciudad

Los lugares de siempre se vieron afectados por la acción del frente de mal tiempo.
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Redacción - La Estrella de Antofagasta

Las lluvias son un fenómeno que -aunque se ha repetido en los últimos años en Antofagasta- es más bien raro por estas latitudes. La ciudad y la región en sí no está preparada para los efectos que dejan horas de incesante agua.

Por ello, los resultados se pueden medir en que cuando esto ocurre, tendemos a detener nuestra vida normal pasando a una contingencia que más se parece a un "Estado de Excepción", con calles cerradas y personal de Carabineros en cada esquina.

Y si bien el responsable directo es la lluvia, también se puede decir que es la falta de preparación a estos fenómenos lo que termina pasándole la cuenta a nuestra ciudad y en especial a las calles que cada año deben enfrentar lo más difícil de estos temporales.

Un ejemplo de esto es lo vivido en calle Puerto Natales donde una vez más el agua que corrió desde las poblaciones altas se acumularon formando una laguna que en algunos momentos superó el metro de altura traspasando el muro que se construyó para no anegar las casas vecinas.

Yasna Méndez, vecina del sector, indicó que la autoridad se había comprometido en que además del muro, habilitarían colectores de aguas lluvia, pero esto no ocurrió provocando que esta inmensa cantidad de agua y lodo se acumulara frente a sus casas, traspasando por algunos minutos el muro edificado para contener las aguas.

La misma situación afectó a avenida Croacia a la altura del Balneario Municipal, donde el agua de distintos sectores por efecto de la acumulación de agua, en este sector (sobre todo en la pista poniente) se forma una poza de grandes proporciones que finalmente fue a dar al mar, arrastrando la arena de la playa en un verdadero riachuelo.

Exactamente igual es el efecto que tiene sobre ambas calzadas de avenida Angamos entre las calles Los Inmigrantes y Talca, donde el agua hace prácticamente intransitable la vía para autos menores, quedando restringido el paso para camionetas y vehículos mayores.

En este caso, la calle quedó prácticamente anegada en un fenómeno que pasa cada vez que caen precipitaciones en la ciudad, aún cuando se toman medidas para mitigar sus efectos.

Los últimos tres lugares son clásicos para estas eventualidades: Avenida Edmundo Pérez Zujovic en el Balneario Trocadero, donde la acción del agua destruyó un muro y ahora provocó una profunda poza. Antes por la misma arteria era posible ver una segunda laguna frente al Parque Los Pinares y por último los dos más grandes en La Chimba y en Avenida Padre Alberto Hurtado, en la parte alta del Cementerio General.

12 sectores (al menos) se vieron afectados por verdaderas lagunas de agua y barro.