Redacción - La Estrella del Loa

Aplena luz del día a y a rostro cubierto, actuaron dos delincuentes en el sector poniente de la ciudad.

Se trata de dos ciudadanos extranjeros, que armados llegaron hasta un negocio de barrio en calle Colchagua.

En el lugar se encontraban los propietarios atendiendo el local comercial, cuando aparecen los delincuentes.

La primera impresión es que podían ser clientes, sin embargo al ver que cubrían sus rostros, los hizo suponer de inmediato que llegaban con intenciones de robar.

Efectivamente uno de ellos extrajo un arma que parecía de fuego y los intimidó.

Su utilización inmovilizó a la pareja, que sabía que cualquier intento por frustrar el robo ponía en riesgo su integridad.

Los obligaron a guardar silencio y no realizar ninguna maniobra en búsqueda de auxilio.

Uno de los ladrones se quedó vigilándolos mientras el segundo subía al segundo piso.

Se fue directo hasta un sector donde guardaban una caja fuerte, en cuyo interior mantenían reunido alrededor de 10 millones de pesos.

Cuando consiguió tener en su poder el botín, bajó y antes de comenzar su retirada realizó algunos disparos a fin de atemorizar a las víctimas.

Uno de las víctimas salió en su persecución, mientras la mujer alertaba a personal de Carabineros de lo sucedido.

Finalmente logró observar como ingresaban a un domicilio, lugar hasta el que llegaron los uniformados.

Se entrevistaron con el propietario quien explicó que los delincuentes eran dos arrendatarios.

Los efectivos ingresaron al lugar con la autorización correspondiente y ubicaron a los ladrones, quienes fueron reconocidos por la víctima.

Tras realizar la revisión del sector en el entretecho se pudo recuperar el dinero que habían robado. Se encontró también el armamento, tratándose de una pistola a fogueo.

Los sujetos fueron capturados gracias al rápido actuar policial, quedando a la espera de enfrentar a la justicia por el delito de robo con intimidación.

2 ladrones, fueron los que llegaron al negocio e ingresaron en busca del dinero en efectivo.

1 arma a fogueo, fue recuperada con el ingreso a la vivienda en que se refugiaron.

En estado de ebriedad y presumiblemente bajo los efectos de alucinógenos, se encontraba un joven de 20 años que fue detenido por personal de Carabineros.

El muchacho tuvo una discusión con su madre y hermana, la que fue subiendo de tono hasta atacarlas físicamente.

Luego con una katana y un cuchillo las comenzó a amenazar de muerte. Ellas pudieron pedir ayuda policial.

Los efectivos necesitaron apoyo del GOPE porque el joven se encontraba parapetado y profiriendo amenazar a los efectivos.

Finalmente y luego de las conversaciones sostenidas, se deshizo de las armas cortantes y el personal procedió de inmediato a su detención por violencia intrafamiliar. Las víctimas pese al ataque resultaron heridas leves.

Por segunda vez esta semana, personal de Carabineros interceptó un importante cargamento de cigarrillos de contrabando en un control vehicular carretero. En esta oportunidad fueron efectivo de la Tenencia de María Elena de la Cuarta Comisaría de Tocopilla.

Según explicó el capitán Boris Yáñez, comisario de la unidad base, este procedimiento se enmarcó en los servicios preventivos extraordinarios que se han dispuesto en distintos puntos de las rutas cuyo fin es evitar accidentes de tránsito y detectar la comisión de ilícitos.

En este caso, Carabineros de María Elena realizaban controles vehiculares en la ruta B-240 y pasadas las cuatro de la madrugada, realizaron una fiscalización a una camioneta Nissan Terrano en la que viajaban seis personas, cinco de ellos de nacionalidad boliviana.

Al realizar la fiscalización Carabineros detectó en el pick up del vehículo la existencia de una gran cantidad de cartones de cigarrillos los cuales habían sido ingresados al país de manera ilegal, sin contar con las autorizaciones requeridas.

Ante esto las seis personas, tres hombres y tres mujeres, fueron detenidos, incautándose un total de 500 cartones es decir 5000 cajetillas de cigarrillos de distintas marcas, mercadería avaluada en cinco millones de pesos aproximadamente.

Asimismo se estableció que este cargamento procedente de Iquique tenía como destino final la ciudad de Calama, donde serían comercializados en el mercado informal.