Redacción
El "Bestia", como era conocido C.H. (33 años), integrante de una temida banda neonazi del sector sur de Santiago llamada "Legión 38", era el último prófugo del homicidio del punk Isaac Araya ocurrido en 2014 y su paradero era buscado, incluso, con una orden de captura internacional. Sin embargo, como lo conocían en su pandilla, cayó en la capital y de una forma insospechadamente no violenta: mientras acompañaba a su pareja a un consultorio de la comuna de El Bosque, donde controlaría su embarazo.
"Iba a ir a una actividad en un centro de salud, donde fue detenido en forma segura por personal de la sección de búsqueda de prófugos", dijo ayer el mayor Diego Rojas, de la dirección de Investigación Criminal de Carabineros.
Así se resolvió policialmente el crimen de Araya, quien tenía 37 años cuando murió tras los golpes y puñaladas recibidas en la cabeza, cuello y tórax el 22 de octubre de 2014, en la comuna de Maipú, al sur de la capital.
Los otros sospechosos habían sido detenidos en 2015. El 23 de junio, el Quinto Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago había condenado a Patricio Andrés Salas Villar a 13 años de presidio efectivo, como autor material del homicidio. Sus acompañantes Fabián Fuentes Hinojosa, Paolo Mesa Ponce, Eric Díaz Ortiz y Osvaldo Jara Andrades, fueron condenados a 541 días de presidio cada uno, por la golpiza.
Mientras, Juan Sepúlveda Abarca fue condenado a 300 días de presidio por las lesiones sufridas por el punk fallecido.
Mientras Carabineros subía al carro policial, el "Bestia" aseguró que, si bien golpeó a Isaac Araya, no lo sostuvo durante la agresión, ni tampoco lo apuñaló. "Yo estaba ahí, yo pegué, pegué con las manos", dijo.
"No he afirmado a nadie. Hay cámaras arriba del (supermercado) Líder, tiene que haber cámaras", añadió.
Daniel Araya, hermano de la víctima, comentó tras la detención que "ojalá, hagan justicia".