Redacción - La Estrella del Loa

La autopsia fue clara pero no categórica. La menor de dos años que falleció el pasado sábado, sí presentaba lesiones en su cráneo.Lo que no fue posible establecer es si éstas se produjeron por una caída o por la intervención de terceras personas.

Un niña que en menos de un año presentó en dos oportunidades condiciones similares, ya había sido tratada con éxito por una fractura en su cabeza. Lamentablemente en esta oportunidad pese a los esfuerzos médicos realizados, fue imposible mantenerla con vida.

El caso seguirá siendo investigado por el Ministerio Público, esto a fin de llegar a la verdad sobre lo que ocurrió con la menor. Personal de la Sección de Investigación Policial, SIP se encuentra recopilando información que permita establecer con claridad qué sucedió el pasado viernes 28 de julio.

Recordar que la niña fue llevada por su padrastro, un joven de 23 años, quien luego de informar lo que supuestamente ocurrió, la dejó al cuidado de los profesionales del recinto retirando del lugar.

Sorpresa causó entre el equipo médico que se haya retirado del establecimiento sin explicación alguna, considerando el estado en que se encontraba la hija de su pareja.

Desde el Ministerio Público no descartan realizar nuevas diligencias, a fin de seguir buscando las causas que provocaron su muerte. "Esperamos tener el informe de autopsia el lunes. Se han tomado diversas declaraciones, la SIP trabajó en el sitio del suceso y se van a estudiar nuevas diligencias a futuro a fin de confirmar o descartar participación de terceras personas en la muerte de la menor", explicó el fiscal Claudio Sobarzo.

Ella ingresó con lesiones de gravedad, las que hicieron urgente su derivación a la ciudad de Antofagasta. Sufrió una hemorragia cerebral producida por una fractura de cráneo a raíz de un fuerte impacto en la zona de su cabeza. La duda siguen, ¿qué fue lo que efectivamente ocurrió con la niña?

Lo que hoy busca la investigación es determinar con exactitud si fue o no víctima de maltrato por parte de los adultos a cargo de su cuidado.

2 lesiones similares, sufrió la niña en menos de un año. Ambas fracturas de cráneo.

SIP de Carabineros, se encuentra investigando el caso a fin de aclarar qué ocurrió.

Cumplía con sus funciones como cada jornada junto a dos compañeros de labores, repartiendo bebidas por distintos puntos de la ciudad.

Se encontraba en el sector poniente, específicamente en Felipe Lillayú con Rupanco, cuando dejó estacionado su camión y fue a realizar la cobranza de sus productos.

Ingresó a un local del sector y realizaron el pago de la entrega, para luego regresar a su máquina y continuar con su recorrido.

Según explicó la víctima, un joven de 23 años, en ese momento fue abordado por dos desconocidos, aparentemente extranjeros.

Estos bajaron de un vehículo en que se desplazaban y utilizando aparentemente arma de fuego lo intimidaron.

En ese momento lo obligaron a hacer entrega del dinero en efectivo que portaba producto de la recaudación de la jornada.

Además le quitaron parte de la vestimenta institucional que utiliza en cada una de sus jornadas de trabajo.

Cuando los delincuentes concretaron su cometido, volvieron al vehículo y huyeron del lugar en dirección desconocida.

De inmediato dieron aviso a personal de Carabineros, a quienes entregó la descripción de los asaltantes y también del móvil en que se desplazaban.

En total los antisociales pudieron escapar con poco más de un millón de pesos en efectivos, además de las prendas de vestir que le sustrajeron.

Se recorrió el sector, pero no se pudo ubicar a los supuestos responsables.

Personal de Fuerzas Especiales, consiguió la recuperación de una gran cantidad de medicamentos que se vendían de forma irregular en la Feria Rotativa.

Los controles preventivos realizados por los uniformados en el sector, permitieron descubrir a una persona que comercializaba dosis que deben ser adquiridas con receta médica. Al percatarse de esto, de inmediato se procedió a su detención y el decomiso de toda la mercadería que mantenía en su poder para la venta de manera informal en el lugar. El llamado es que las personas no adquieran este tipo de productos, especialmente porque muchos son sicotrópicos que deben ser antes recetados por un especialistas. El riesgo es alto, porque se desconoce procedencia.