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Chuqui sigue sin tener tours al lugar

Desde marzo y por una licitación, Codelco tiene suspendidas las visitas al campamento. Paradójicamente los mismos chuquicamatinos, luchan para que su querido campamento sea un verdadero polo turístico.
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Son 245 kilómetros los que separan a Antofagasta de Chuquicamata, la mina de cobre a rajo abierto más grande del mundo.

Han pasado 10 años desde que se bajó el telón de manera definitiva a la vida del campamento, dejando en el recuerdo y la nostalgia, toda esa magia y mística propia de los habitantes de "Chuqui", que cada año añoran visitar una vez más este lugar lleno de historias.

Hace varios años que las visitas turísticas al campamento están a cargo de Codelco, mediante su política del Buen Vecino. No obstante, desde marzo de este año se encuentran detenidas.

Según adelantaron desde la cuprífera, esto se debería a que se está realizando el proceso de licitación para determinar cuál será la firma contratista que estará a cargo de dicho servicio. "Esto, con la intención de mejorarlo", afirman al interior de Codelco.

Desde la estatal añadieron que hasta el momento no hay una fecha exacta para determinar cuándo volverán el servicio de tours turísticos.

Sólo durante 2011, se contabilizaron 35 mil turistas que llegaron hasta la zona para visitar Chuquicamata, de acuerdo con el sitio web oficial de Codelco.

Un hijo de esta tierra y quien es el actual presidente del Sindicato de Supervisores de Codelco es Duncan Araya.

"Es un campamento en el que todos nos conocíamos, donde además tenías de todo, colegios, hospital, pulperías, tú no salías de ese mundo porque vivías ahí", comenta el dirigente.

Araya recuerda sus vivencias en el campamento con bastante nostalgia. Dice que en los veranos no salían de la zona, sino que se quedaban.

"Era muy maravilloso", añade Duncan, quien además recuerda el día que se enteró que debían desalojar el campamento para trasladarse a Calama:

"Fue duro, complicado, porque había todo un mundo ahí... Además tenías una comunidad segura, en Chuqui no se robaba, ni gente mala. Dejabas tu auto con el vidrio abierto y no pasaba nada".

Respecto a la suspensión momentánea de las visitas turísticas, Araya dijo que "hay que hacer todo un programa turístico para el campamento, porque si tu vas hoy, vas a ver todo cerrado. En cambio en las visitas turísticas, tienes que encontrar el Club Chuqui abierto, la plaza, la iglesia, donde la gente pueda acceder, sacarse fotos y ver todas las instalaciones. Todo está muy bien mantenido, incluso la gran Gruta de la Virgen se trasladó al centro, entonces se han hecho grandes cosas y esperamos que se siga manteniendo igual".

"Codelco debería ponerse de acuerdo con la Agrupación de Hijos y Amigos de Chuquicamata, que es la que logró la zona típica, debido a que hoy está cerrado, pero esperamos que se haga rápido todo para que se pueda abrir y la gente conozca nuestro campamento que nos crió y donde vivimos".

Miriam Bolados es otra hija de Chuqui y quien vivió prácticamente toda su vida en el campamento. Hoy es la actual presidenta de la Agrupación de Amigos e Hijos de Chuquicamata, la que agrupa alrededor de 300 personas y que además logró declararlo como zona típica y pintoresca y los edificios, incluyendo el cementerio, patrimonios nacionales.

"Lo recuerdo con harta nostalgia. Vivir en Chuquicamata fue un mundo mágico, porque todos éramos amigos", comenta.

Añade que están trabajando en una mesa técnica para "ver el plan de manejo de cómo se va a sustentar Chuquicamata en el tiempo. Queremos formar una corporación o fundación, para postular a fondos nacional o internacionales de patrimonio y mantener el campamento", agregando que el tema de la suspensión de visitas lo ve como algo positivo, ya que así se elaboraría un plan turístico.

Por último, dijo que hoy a partir de las 11:00 realizarán una ceremonia en la Parroquia El Salvador, celebrando los 100 años de este templo religioso chuquicamatino.