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Aseguran que en el patio de una escuela estarían los cuerpos de 3 gobernadores del Reino de Chile

Arqueólogos mexicanos, mediante el uso de tecnología de punta, pudieron comprobar que algo hay debajo de los edificios de Penco.
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Christian Ovalle Ríos

En poco tiempo más podría producirse en Penco, comuna ubicada a más de doce kilómetros al norte de Concepción, lo que algunos han llamado como el "Descubrimiento del Siglo". Ello, si logra comprobarse que debajo de una escuela situada frente a la Plaza de Armas de la comuna estarían las tumbas perdidas de tres gobernadores de Chile: Alonso de Ribera, Francisco de Villagra y Lope de Ulloa.

Para dimensionarlo, de concretarse el hallazgo en esta ciudad, que fue fundada en 1550 bajo el nombre de "Concepción de María Purísima del Nuevo Extremo" y que fue capital del Reino de Chile entre 1565 y 1573, sus resultados serían similares a hallar juntos los sepulcros extraviados de tres ex presidentes de la república.

"A más tardar, en septiembre, deberíamos tener el permiso definitivo para empezar las excavaciones", declaró el alcalde Víctor Hugo Figueroa con respecto al proyecto iniciado en 2011. En esta cruzada por devolver la importancia de esta ciudad con respecto al país, se sitúa la creación del Libro de Oro de la Historia de Penco, publicación de 340 páginas que plantea las razones de porqué hay tanta seguridad en la existencia de los tres cuerpos bajo el establecimiento.

"Creo que a Penco le falta mucha identidad. Hasta hace poco, muchos pencones no sabían que acá fue donde estuvo la primera universidad del país: la Universidad Pencopolitana, por dar un ejemplo", indica el alcalde. En efecto, en 1724, el Rey Felipe V autorizó transformar un antiguo seminario en universidad bajo el nombre de Universitas Pencopolitana Regia et Pontificia.

"Éste es un proyecto que se está llevando a cabo entre la Universidad de Concepción, la Municipalidad de Penco y la Universidad Nacional Autónoma de México, con el fin, además, de encontrar restos arquitectónicos de la antigua ciudad de Concepción, que estaba emplazada aquí, en Penco. Ello se realizará a través de una prospección arqueológica", explica Gonzalo Bustos, director del Museo de la Historia de Penco, que ha trabajado mano a mano con los profesionales de las instituciones mencionadas.

"El 2011 tuvimos acceso a unos planos de la ciudad de 1712, en alta resolución, lo que nos permitió ampliar el mapa y darnos cuenta de varias cosas. Con esos planos empezamos a ver la posibilidad de encontrar los cuerpos de cinco gobernadores de la época. Nosotros teníamos esa información en los registros, pero debíamos tener claro en qué parte estaban, para hacer las correspondientes excavaciones", recuerda el alcalde.

Iglesia hoy es escuela

Los investigadores sostienen que no existe documentación que indica el lugar exacto en donde habrían sido sepultados los cuerpos de los gobernadores, ni que sus restos hubiesen sido retirados de la ciudad. Lo que si se tiene claro es que en la hoy inexistente Iglesia de San Francisco (Heras con calle Penco) se depositaban los cadáveres de los aristócratas españoles.

"En todo caso, este es un paso al gran objetivo, que es posicionar a Penco como la ciudad histórica que debería ser. Esto a través del turismo, de hecho hay varias cosas que tenemos planeadas para cumplir el objetivo", añade Víctor Hugo Figueroa.

Para verificar si es que había vestigios, y empezar con las investigaciones, fue necesario recabar una serie de documentos, trabajar en conjunto con la Universidad de Concepción y presentar el trabajo al Consejo de Monumentos Nacionales, que es el ente encargado de dar el visto bueno para las excavaciones. Precisamente, así fue como contactaron al equipo de la Universidad Nacional Autónoma de México para que realizara el proyecto de prospección, y que dicho trabajo se constituyera en la base del documento presentado al Consejo de Monumentos Nacionales.

Metodología

Los arqueólogos norteamericanos llegaron a Penco en septiembre del año pasado para iniciar dichos trabajos. "Nuestro laboratorio tiene una línea de investigación sobre el estudio de restos arqueológicos sepultados bajo las ciudades modernas de México. En esa línea, se presentó el problema de la ciudad de Penco, que deseaba recuperar evidencias de las etapas anteriores de su desarrollo y que quedaron sepultadas por distintos eventos catastróficos", explicó a La Estrella el doctor Luis Barba, líder del equipo de trabajo, el cual además está integrado por el maestro Jorge Blancas y el doctor Agustín Ortiz.

"El estudio se hizo con un georradar, en zonas que determinaron estudios de personas de la propia ciudad de Penco. Los resultados muestran restos arquitectónicos a 1,5 metros de profundidad aproximadamente. Aunque hasta el momento no se pueden identificar los detalles del mismo, por lo reducido de los espacios estudiados o por la condición en la que actualmente se encuentran. En cualquier caso, sí muestran los mejores sitios para realizar las excavaciones", apuntó el encargado del Laboratorio de Prospección Arqueológica del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Unam (Universidad Nacional Autónoma de México).

Papeleo

El proyecto se encuentra hoy en evaluación en las oficinas del Consejo de Monumentos Nacionales, sólo desde allí saldría el visto bueno para comenzar con las excavaciones y terminar con la incertidumbre que se ha prolongado por seis años. "Hay cosas, hay volúmenes bajo tierra, pero aún no sabemos qué es lo que hay. En enero nos enviaron el informe desde México, y en marzo enviamos la solicitud al Consejo de Monumentos Nacionales. Nos hicieron varias peticiones que las respondimos en junio pasado y de ahí, ellos disponen de noventa días para dar la respuesta. Así es que en septiembre deberíamos tener la autorización definitiva para comenzar con las excavaciones", declaró Víctor Hugo Figueroa.

"Queremos hacer una segunda etapa de estudios geofísicos para establecer un diálogo entre superficie y excavación, que permita entender el asentamiento en toda su extensión, pues no se puede pensar en excavar todo el asentamiento antiguo", complementó el doctor Luis Barba.

A pesar de ello, en la municipalidad se entusiasman con la idea de hacer un hallazgo histórico para Chile. "En el mejor de los casos está encontrar restos de Alonso de Ribera, pero cualquiera sea lo que hay abajo, es un éxito", dice el alcalde pencón. "Según los registros ahí abajo están los restos del Palacio del Gobernador, que es como La Moneda de hoy y que por 150 años estuvo acá", aclaró.

Según el Libro de Oro de Penco en 1631 el gobernador Francisco Laso de la Vega decide construir en Penco un palacio como residencia y sede de los gobernadores del reino. En este texto se indica que de acuerdo al cronista francés Amadeo Frezier, este edificio "tenía a la entrada un gran patio. En él habían dos cañones de cuatro libras y al costado izquierdo de este patio estaba el Cuerpo de Guardias.

"Como conclusión podemos decir que Chile ha tenido dos palacios de gobierno: El conocido Palacio de La Moneda en Santiago que se comenzó a construir en 1785 y el olvidado Palacio del Gobernador de Penco, que fue construido en 1687 y destruido en 1751", agrega el libro.

Además, los pencones se mantienen expectantes porque esperan encontrarse con restos de una iglesia Jesuita (construida en 1673 en la actual calle Chacabuco entre Las Heras y Freire), y el ya mencionado templo Franciscano, entre otros vestigios.

Dentro de la importancia que esta comuna de 107 kilómetros cuadrados y de casi 50 mil habitantes, tuvo para la historia de Chile es que fue también la sede de la Real Audiencia, máximo tribunal de la justicia española, una especie de "Corte Suprema", que resolvía temas de diversa índole. Constituida en el año 1567, el terremoto de 1570 dejó su edificio en muy mal pie y finalmente, el Rey Felipe II en agosto de 1573 abolió el tribunal.

Alonso de ribera

Para los investigadores que trabajan en este plan, la posibilidad de hallar el cuerpo de Alonso de Ribera es el gran sueño. Es que este soldado español que gobernó Chile en el período de La Colonia, lo fue en dos oportunidades (1601-1605 y 1612-1617).

Dueño de una brillante carrera militar en Europa, como capitán de los tercios españoles en Flandes, se ganó el reconocimiento del monarca Felipe III que lo nombra gobernador de Chile. Según el Libro de Oro de Penco "escandalosa también fue su vida de soltero, sus romances con las señoritas Lisperguer, las fiestas, los largos brindis, los vestidos suntuosos, las tertulias cortesanas, los juegos de naipes y los abundantes banquetes (...) al regresar al Sur quedaban en Santiago los reclamos de familias nobles y quejas de la Iglesia por la indecorosa vida de Ribera".

El mismo texto añade el temor que su sola presencia causaba en los piratas de la época, por la fama ganada en Europa.