Artrosis severa de rodilla: el mal de los nuevos tiempos
Médicos recomiendan reducir actividades físicas de alto impacto después de los 40 años.
Redacción - La Estrella
La artrosis es una enfermedad que cada vez se hace más común en el país. Una de las principales explicaciones a este fenómeno, es que los chilenos están viviendo más, y mientras más avanza el tiempo, más se desgastan las articulaciones produciendo dolores que definitivamente afectan la calidad de vida.
No obstante y lejos de la creencia popular, esta patología sí tiene tratamientos que dan excelentes resultados y que van desde simples ejercicios programados por especialistas, hasta algunas modernas intervenciones.
Para hablar de esta enfermedad, el traumatólogo de Clínica Las Condes, doctor Jaime Duboy, explicó qué la artrosis daña el cartílago que está presente en las articulaciones del cuerpo y que permite que estas se muevan sin dolor.
El médico añadió que este tejido es extremadamente especializado y que a diferencia de otros órganos del cuerpo humano no tiene la capacidad de regeneración. De ahí que cuando se desgasta produce roce en las articulaciones, el que se traduce en un constante malestar y dolor.
Rodilla
Una zona que normalmente se ve más afectada con esta patología son las rodillas, debido a su función de carga y movilidad. Esta área es afectada por artrosis post traumáticas y que a diferencia de la artrosis primaria, se genera como resultado de una lesión deportiva o el uso al cual está sometida. El doctor explicó que si bien hay personas que genéticamente son más propensas a sufrir este mal, una lesión puede acelerar su aparición. Por eso se recomienda intentar reducir los golpes y traumas a partir de los 40 años, evitando actividades físicas de alto impacto que puedan generar lesiones problemáticas. "A mayor edad lo ideal es disminuir los traumas, entonces cuando hay gente que hace deporte y tiene estos factores de riesgo nosotros le decimos que tal vez es mejor que haga deportes de bajo impacto, que no haga deportes que tienen riesgo de trauma como los de contacto", explicó el especialista.
Añadió que eso no implica dejar de tener actividad física, sino que más bien cambiar la disciplina a una que permita mantener la musculatura y el buen estado del cuerpo con un bajo riesgo de lesiones.