Cartas
Alguien que me parche un poco
Nacemos llorando. Somos pura necesidad. Algo que la publicidad, el marketing, las modas, las marcas, tienen claro puesto que, en el fondo, su objetivo es el de crear necesidades. Y no cualquiera, sino un tipo de necesidad que pueda fácilmente satisfacerse pagando, pero a condición de que una vez satisfecho vuelvas a necesitar. Será por nuestra naturaleza ávida de novedades: el último celular, un automóvil del año, los más recientes detalles del atentado de hace unos días en Barcelona, la foto que colgó en Internet hace minutos alguien y se hizo viral. A veces creo que la crisis que atravesamos, según algunos, no es tanto económica ni pasa por recaudar más o menos impuestos, imponer una u otra religión o sistema político, o que tenga que ver con la ecología, sino más bien con nuestras aspiraciones. La crisis es moral. O sea, un territorio perfecto para volver sobre la rueda de Mick Jagger cantando I can't get no satisfaction. Pero en última instancia, más que crecimiento económico, más que tecnología, más que el derecho al descanso semanal y las vacaciones, más que muchas de las supuestas conquistas de las democracias modernas, lo que necesitamos, según el filósofo búlgaro Tzvetan Todorov, es que nos necesiten. O, en su defecto, supongo, también nos pueden dar un "Like".