Fue uno de los reclamos de la comunidad que va a votar en el poblado de Ollagüe en noviembre pasado. La cantidad de buses a disposición en esa oportunidad no alcanzaron para llevar a toda la gente, por lo que muchos no pudieron votar.

La situación cambió ahora, no querían que ocurriera lo mismo, por lo que se dispuso de buses más, pero quedaron vacíos.

"Los dos buses de la gobernación, más cuatro buses pequeños, porque la vez anterior nos dijeron que mucha gente se quedó abajo, por eso pusimos los buses y están prácticamente vacíos hasta pasadas las 10 de la mañana", comento el intendente de la región, Arturo Molina.

La hora pasó y se les dio la orden de que partieran a los conductores para que no llegaran tan tarde hasta el poblado fronterizo.

Recurso que no fue aprovechado por los vecinos, quienes se quedaron en la ciudad, o simplemente prefirieron algunos irse en vehículo particular, sabiendo que la carretera se encuentra pavimentada totalmente, por lo que ya no toma tanto tiempo trasladarse hasta el poblado.

El resto del interior de la provincia, todo se desarrolló de manera normal.

Elizabeth Pérez - La Estrella

Nuevamente fueron los adultos mayores quienes pusieron la nota alta al momento de su compromiso con ser parte de este importante proceso eleccionario.

Para ellos no era indiferente quién guiaría los destinos de nuestro país por los próximos cuatro años y querían ser parte de la elección.

Su avanzada edad e incluso algunos problemas de salud, no fueron impedimento para que dijeran presente.

A diferencia de los más jóvenes, ellos no rehuyen de su deber cívico y a primera hora están en sus respectivos centros de votación para cumplir con el proceso.

Así lo hizo también Guillermo Aguilar. Este abuelito de 86 años, pese a su avanzada edad, tiene claro que quiere para el futuro de su país, ese mismo que él con su esfuerzo colaboró para convertir en lo que actualmente es.

Pero la salud ya no lo acompaña, por lo que acudió al Liceo Luis Cruz Martínez de Calama en compañía de su nieto Guillermo Cuello.

El muchacho no lo dudó y ante la solicitud de su abuelo, optó por llevarlo e incluso acompañarlo a fin de guiarlo en la votación, que hoy para él se ve dificultada.

Como él fueron cientos lo que hicieron que el movimiento en los 22 locales de votación de la comuna no fuera tan lento.

Un proceso que a primera hora hacía observar que la abstención se tomaría el balotaje.

Sin embargo, con el correr de las horas, cada vez fueron más los votantes que decidieron ir a las urnas y elegir al presidente del país.

Un proceso que a diferencia del anterior fue mucho más expedito, considerando que el voto tenía solo dos opciones para elegir.

Ahora queda esperar que ejemplo como el de Guillermo, se comiencen a replicar entre las nuevas generación, quienes todavía no tomar el valor de votar en cada proceso eleccionario. Son ellos quienes en unos años ante la ausencia de Guillermo, serán los encargados de elegir los destinos de la nación.

Proceso nuevamente marcado por la baja participación ciudadana en esta segunda vuelta.

Los locales donde votan, adultos mayores, son los que registran mayor movimiento.

La posibilidad de voto, asistido aumenta la opción de los abuelitos de votar.