Los gritos del silencio
Estimado Director:
Ante la pregunta de Andrés Velasco en las redes sociales en relación a la delicada situación del Sename: "Cómo puede ser que no podemos frenar este abuso"... (sic)
Mientras los niños y jóvenes que permanecen bajo la tuición del Sename y sufren los innombrables abusos y los miembros de la tercera edad que sufren con las interminables colas y listas de espera de la salud, por nombrar a algunos, no salgan a la calle haciendo harto ruido, reclamando por sus justos derechos, la situación no tiene por donde cambiar. Basta por ejemplo con ver los resultados obtenidos en la Educación (Gratuidad) y las pensiones (NO+AFP), para darse cuenta que lamentablemente seguimos siendo reactivos, o dicho de otra forma, guagua que no llora (Protestas callejeras), no mama (cero resultados). Y por último recordar que los niños y jóvenes que viven en el Sename no votan, por lo que no son parte de los electores tan buscados y adulados por la Familia Política & Asociados en los tiempos de elecciones. En vista de todo lo expuesto, la preocupación de Velasco deberá seguir esperando la respuesta. Una de dos, hasta que salgan a protestar a la calle ó tengan derecho a votar.
Luis Enrique Soler.
Estudios Superiores
Ganar 900 mil pesos puede sonar una cifra estratosférica para muchas familias que quizás deben sobrevivir con el mínimo, sin embargo si lo ponemos en la dimensión correcta, se traduce en nada.
Mi hijo quedó en la universidad, pero para el sistema tengo un sueldo muy elevado. Sin embargo, el sistema no ve que tengo otros dos hijos a puntos de ingresar a la universidad (300 mil pesos en promedio una mensualidad) y además debo pagar mi casa porque tampoco tengo derecho a subsidio. Mi crédito hipotecario es de 400 mil pesos mensuales, pago en gastos básicos 150 mil pesos más, ya me quedan 350. Para comer hablamos de 250 mil pesos mensuales más y me quedan 100. No hemos visto como vestirnos y ni pensar en vacaciones. Con ese dinero yo debo mandar a mi hijo a la Universidad y a los otros dos al colegio (municipal) y pagar todo lo que piden. El sistema nos castiga y no nos da una manito por considerar que es mucho el sueldo. Qué haré el próximo año cuando mi otro hijo entre a la Universidad, decirle que no porque soy pobre para pagar pero rico para tener beneficios.
Jorge Zuleta.