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Ada Martínez Antofagastina

"Aprendí a cortar en la tabla, porque estaba acostumbrada a hacerlo directo en las manos y a porcionar los alimentos".


Jeni Miranda Antofagastina

"La profesora nos enseñó tantas cosas. Fue un muy buen programa porque aprendí a hacer comidas y postres que no sabía".


Carolina Santibañez Antofagastina

"Todavía tengo contacto con algunas, me saludan o consultan cosas de cocina. Así que feliz con esta hermosa experiencia".

Mujeres nutren bien a sus familias gracias a clases de cocina

Participaron de 12 clases que durante los sábados les permitió aprender diferentes técnicas para preparar y aprovechar los alimentos.
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Son 12 mujeres las que hoy conocen mejores formas de alimentar a sus familias luego de aprender técnicas de corte y preparación de alimentos en el programa Cocinando en Comunidad.

Las beneficiarias de esta iniciativa que viven en el Campamento Familias Unidas, ubicado en la población Covadonga, asistieron durante 12 sábados en las mañana a clases para aprender técnicas de limpieza, manipulación de alimentos y tipos de cortes con el propósito de fomentar una cadena virtuosa y con conocimiento entorno a la alimentación.

Ada Martínez y Jenni Miranda son dos de las mujeres que participaron en este programa y que hoy aplican a diario lo enseñado por su profesora y chef Carolina Santibañez.

" Fue bonito le tenemos harto cariño a la profesora que nos enseñó tantas cosas. Fue un muy buen programa porque aprendí a hacer muchas cosas, postres y tortillas de verduras. Que no hay que botar todo, por ejemplo, los tallos de acelga usarlos como ensalada", nos relató Jeni.

Un gran cambio para las alumnas de estas clases fue el hacer las cosas correctamente y de manera segura, pues si bien todas son cocineras asiduas en sus casas, aprendieron cosas nuevas para mejorar sus rutinas y desarrollarlas con seguridad.

"En mi caso", nos cuenta Ada, "aprendí a cortar en la tabla, porque estaba acostumbrada a hacerlo directo en las manos, y las porciones que se tienen que servir, porque a mis hijos les daba demasiada comida y la profe, me enseñó la cantidad que debía comer según el tamaño de sus manitos".

Cocinando en Comunidad contó con la participación de la chef Carolina Santibañez, quien cumplió la función de profesora y lideró esta iniciativa en Familias Unidas, mediante su colaboración con la Corporación la Chimba cocina con Sentidos que impulsa este programa en distintos sectores de la ciudad.

Carolina, explicó que su experiencia fue positiva y enriquecedora, ya que fue testigo de como progresan y se esfuerzan las alumnas por generar un mejor entorno en sus familias.

"Algunas mujeres no sabían cocinar ni usar herramientas básicas de cocina y con el transcurso de los talleres fueron incorporando el aprendizaje. Uno siente que estamos haciendo las cosas bien, que no es sólo nuestro esfuerzo, sino que ellas aprenden y eso se ve en el compromiso por participar cada día y luego irse a trabajar".

Al término de las clases en la sede-comedor, las preparaciones, que consistían en almuerzos, eran entregadas a todos los niños del campamento. Esta última acción que implicaba alimentar bien a los niños, fue tan importante para Ada y Jeni, que decidieron continuidad.

"Hoy seguimos cocinando para los niños al almuerzo y/o once. En verano tratamos de que sea todos los días, les damos almuerzo y si no podemos les damos leche y pancito o un quequito en las tardes. Mientras que en marzo como ya empiezan las clases les damos solo el tecito", explicaron ambas.

Cuentan que son ellas las que continuidad al proyecto porque entienden que las otras mujeres y mamás trabajan. En el caso de Ada, compatibiliza el tiempo en el comedor con el cuidado de sus tres hijos que la acompañan a todos lados. En tanto Jeni, lo hace por el amor y dedicación que siente por los niños y que le retribuyen buscándola todo el tiempo como "tía Jeni".

"Hacemos rifas y vendemos almuerzos para comprar las cosas necesarias para los niños y un abuelito del campamento. Tratamos de hacerlo todos los días, pero no siempre se puede porque cuesta reunir los recursos y en esas situaciones lo hacemos día por medio", aclararon.

Si alguien se interesa en colaborar y apoyar a este campamento puede contactar a Ada para coordinar y canalizar la ayuda que puede traducirse en alimentos no perecibles, verduras y/o útiles de aseo para la sede que funciona a diario como comedor.