Foto denuncia: Los infaltables rayados
En el paseo Granaderos de Calama, en el sector de la Villa Ayquina sector Desco, se puede apreciar un rayado de los inconscientes de siempre.
En el paseo Granaderos de Calama, en el sector de la Villa Ayquina sector Desco, se puede apreciar un rayado de los inconscientes de siempre.
Una gran cantidad de perros callejeros existen en el centro de Calama. Este can come su pan con mucho cuidado y es que el sabueso de al lado se lo quiere quitar.
Señor director:
Sin lugar a dudas las melladas logradas por nuestros representantes en Cochabamba, son importantes para alentar el deporte nacional.
El quinto lugar en el medallero nos hace ver con nostalgia el segundo lugar logrado en La Paz en 1978, Rosario 1982, Santiago 1986 y Lima 1990.
Sin lugar a dudas nuestros deportistas han demostrado su capacidad y talento, pero debemos recordar que aquellos que nos representaron hace décadas merecen un lugar en nuestra historia.
El deporte chileno está lleno de triunfos y como reconocemos el de presente, debemos recordar aquellos del pasado.
Hugo Ramos.
Apenas se supo que volvían "los Mil Tambores a Valparaíso" comenzaron los comentarios, más bien quejas de los vecinos que tienen la desdicha de estar en la ruta de los tamborileros y de los bailantes, porque son ellos los que tienen el justo derecho de manifestarse, dado que viven este supuesto carnaval de ritmo y algazaras en primera fila, honor que de seguro no les provoca ningún gusto el vivirlo.
Pero, ¿por qué tan mala onda se preguntará usted?, la sencilla razón es que las experiencias pasadas les han mostrado el lado B de los Mil Tambores, rayados en las murallas y puertas de sus casas, toneladas de basura en las calles, personas ebrias provocando desórdenes, con la puesta de carpas en lugares públicos, las calles convertidas en baños públicos y otras tantas manifestaciones en la misma cuerda, lo que hace surgir la gran pregunta, si es ó no es una fiesta llena de buenos momentos para todos, visitantes y residentes de Valparaíso, porque debemos estar de acuerdo que es impresentable que la alegría y las algazaras de uno,s deban ser en desmedro de la insatisfacción y molestias de otros.
Por ejemplo, los que menos se contornean al ritmo de la percusión, son los que tienen que limpiar las toneladas de basura post-celebración, financiados por una ya desfinanciada Municipalidad. Sin embargo, basuras más, basuras menos, redobles de más, redobles de menos, después de todo una vez que termina el carnaval, y así ha sido los años anteriores, ocurre algo sorprendente, no hay ningún comentario, nada de nada, acerca de quién se supone es el rey de la fiesta, más bien los reyes de la fiesta, "sus majestades los tambores".
Luis Soler Milla.