Cartas
Chile minero
Señor director:
Saludemos hoy 10 de agosto a los que celebran el "Día nacional del minero", onomástico de San Lorenzo, santo patrono, diácono español a cargo de los bienes de la iglesia en el imperio romano del siglo III. Murió en una parrilla ardiente por no entregar los tesoros y enterrarlos bajo tierra.
En Chile, nuestro bendito suelo de norte a sur está colmado de riquezas y tesoros regalados por la madre naturaleza, siendo nuestra región favorecida con la minería.
Los que nacimos aquí vivimos viendo crecer los ripios, botaderos, vimos pasar trenes y camiones cargados con metales, oímos pitos y sonidos que seguimos escuchando toda la vida.
El cobre fue una de las actividades más antigua conocida y explotada por los atacameños. Por la historia sabemos que la usaron los atacameños para las herraduras de los caballos de los conquistadores. Sin los hornos reverberos ellos tenían una técnica para fundir el metal rojo y hacer láminas para adornos. Como testimonio del minero tenemos al "Hombre de Cobre", joven atrapado y sepultado en un pique de Chuquicamata y que hoy yace abandonado en las bodegas del Museo en Estados Unidos.
La minería pasó por periodos de pobres sin capital y sin técnicas para explotar y exportar el metal.
En el año 1831 mejoró la calidad del producto. Con la revolución industrial los elementos eléctricos necesitaron cobre. Se realizaron grandes inversiones norteamericanas y con técnicas se modernizó la extracción del metal rojo, llegando a ser Chile el principal exportador en el mundo.
Chuquicamata fue la mina más grande del mundo, hoy la sucede Escondida. Ambas con disputas salariales que afectan a miles de trabajadores, cientos de proveedores, contratistas que generan 135 mil empleos directos e indirectos, y familiares. También están dañando la economía del país y la imagen para que vengan nuevos inversionistas.
Hoy felicitamos a todos los mineros que trabajan con seguridad en la pequeña, mediana y gran minería de plata, oro, carbón, cobre y otras, las que han permitido mejorar nuestro desarrollo económico y calidad de vida, creando cientos de trabajos para hacer realidad sueños personales y familiares.
También deseamos un futuro próspero a los mineros de los salares de litio y cobalto que están emergiendo.
Nancy Monterrey C.