Salario mínimo I
Señor director:
Es fácil decir que se está de acuerdo con un sueldo ético de 400 mil pesos, cuando hablamos de grandes empresas. Sin embargo, qué pasaría si les dijera que almaceneros, verduleros y peluqueros deberán desembolsar de un día para otro $124 mil pesos extra, ¿lo encontrarían justo?
Según la Encuesta Suplementaria de Ingresos (ESI) 2017, el 71,6% de los trabajadores que reciben el salario mínimo, trabajan en una micro, pequeña o mediana empresa. Dado este contexto, aumentar el salario sin medir las consecuencias sería tremendamente irresponsable, ya que al beneficiar a algunos trabajadores estaríamos condenando a que muchos pequeños comerciantes quiebren o simplemente se vean en la obligación de despedir a sus empleados.
De ahí que la nueva propuesta ingresada por el Gobierno sobre salario mínimo me parece la alternativa más responsable para unificar un sueldo ético con un pago justo. Esto se debe a que, en base al crecimiento, la iniciativa aumentaría hasta en $39 mil pesos los ingresos de cientos de trabajadores, que mantendrán su empleo y mejorarán su calidad de vida.
Es por esto que no hay que tomar a la ligera estas decisiones, ¿qué sacamos con tener los ingresos mínimos más altos de Latinoamérica, si más de la mitad de las personas quedarían sin trabajo? Lo ético no necesariamente es justo.
Jaime Garrido D.
Salario mínimo II
Estimado director:
Sin entrar en profundidades políticas ni en las desastrosas consecuencias financieras que vaticinan con su eventual aumento, sería muy recomendable que todas las autoridades, parlamentarios, empresarios, académicos, expertos financieros etcétera, que pronostican caóticos resultados si se produce un robusto aumento del sueldo mínimo, que por una vez, tomaran la experiencia de vivir un mes con solo $276.000 con toda su familia. Esto para que sientan "en vivo y en directo" el efecto de apretarse el cinturón de verdad y no en forma virtual, enfrentar imprevistos y responder a los compromisos familiares. Porque como dice la señora Juanita "otra cosa es con guitarra". Una cosa es discutirlo, comentarlo, demonizarlo (un robusto aumento), graficarlo y explicarlo, y otra muy diferente es vivirlo y después conversamos.
Luis Enrique Soler Milla