Una conocida feriante de Calama se convirtió en protagonista de un violento asalto. Hechos que se registraron en el sector poniente de la ciudad, específicamente en calle Florida.

La información que luego pudo aportar a personal de Carabineros, a quienes alertó de lo ocurrido, da cuenta que llegaba a su hogar cuando sucedió todo. Comenzaba la descarga de su camioneta cuando aparecieron al menos dos sujetos desconocidos. Ambos ocultaban sus rostros haciendo uso de máscaras, lo anterior para evitar ser reconocidos.

Uno de ellos extrajo de entre sus ropas lo que la víctima describe como un arma que aparentaba ser de fuego. Con esto la intimidaron, para obligarla a hacer entrega de todos su objetos de valor.

Pero llama la atención que los antisociales tenían un objetivo claro y concreto, arrebatarle su banano.

Finalmente consiguieron quitárselo, huyendo además con algunos otro artículos de valor.

Al interior del bolso la afectada guardaba alrededor de medio millón de pesos en efectivo producto de sus ventas.

Esto la hace pensar que los delincuentes mantenían información sobre los movimientos que realizaba y en qué horario regresaba a su hogar con el dinero de la recaudación del día de trabajo.

Alertó a los funcionarios policiales sobre lo ocurrido, quienes realizaron un recorrido por el sector sin conseguir la ubicación de los presuntos responsables.

Redacción - La Estrella del Loa

Fue el pasado 5 de julio que se hizo pública la primera denuncia por presunto abuso sexual al interior de la Iglesia Católica en Calama.

En aquella oportunidad fue a través de un comunicado de prensa que se dio a conocer que en la Diócesis San Juan Bautista de Calama, se recibió una denuncia por supuesto abuso sexual de un menor de edad.

Fue un hecho ocurrido en 2003 por parte del presbítero J.J., quien ejercía su ministerio en la Parroquia Asunción de la Virgen de la ciudad.

De ahí en más se comenzó la recopilación de antecedentes que remitieran aclarar el caso. Tras completarse las etapas de investigación previa por parte del organismo definido por la Iglesia de Calama para este tipo de denuncias, nuevamente a través de un escrito se informó las medidas que se adoptaron.

"El obispo de esta Diócesis, Oscar Blanco Martínez determinó que estos antecedentes sean enviados y puestos a disposición de la Congregación para la Doctrina de la Fe, con sede en Roma, organismo que deberá pronunciarse sobre el fondo de esta investigación", se explicaba en el texto.

Además se precisó que durante este período se mantienen las medidas adoptadas respecto del ejercicio ministerial del mencionado sacerdote, es decir, suspendido de su tarea pastoral como también de la celebración pública de oficios religiosos. También se explicó que los antecedentes respectivos fueron puestos a disposición de la Fiscalía local.

Al hacer públicos estos procesos, "la Iglesia de Calama reafirma su más absoluto compromiso con la verdad y la justicia, en la convicción de que, con esta actitud se contribuye a sanar las heridas ocasionadas por los abusos, sexuales, de poder y conciencia por parte de algunos consagrados y junto con ello garantizar ambientes sanos y seguros que favorezcan la protección de nuestros menores y adolescentes en nuestra comunidad", remató.

El fiscal jefe, Cristian Aliaga confirmó la recepción de los antecedentes "estamos analizando los pasos a seguir", explicó.

5 de julio la Iglesia de Calama reconoció públicamente la denuncia por abuso sexual.

1 joven sería la única víctima que hasta el momento se conoce al interior de la Iglesia.

Una ciudadana extranjera de 30 años se encontraba en su lugar de trabajo cuando se convirtió en víctima de una violenta agresión.

Los hechos se registraron al interior de un conocido local de calle Latorre, alrededor de la nueve de la noche.

Según explicó luego a personal de Carabineros, llegó una mujer con la que ya venía registrando problemas y comenzó a insultarla.

La agresión comenzó a subir de tono hasta que finalmente terminaron a los golpes.

Finalmente la víctima fue atacada con tanta violencia que termino con lesiones de mediana gravedad.

Se contactó con Carabineros, sin embargo su agresora aprovechó los minutos de espera para huir del lugar.