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"Metimos 12 mil hinchas ilusionados en el estadio, eso no puede considerarse fracaso"

El entrenador se alista a regresar a Santiago, pero antes conversó sobre la tristeza de no ascender con el plantel.
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Redacción - La Estrella

A una cuadra del lugar donde pudo tener su primer gran logro como entrenador, el estadio Zorros del Desierto, Rodrigo Meléndez pasa los días esperando el final del año escolar para dejar su casa y partir de regreso a Santiago. Allí, aún le da vueltas a la definición que truncó el sueño de volver con Cobreloa a primera división.

"Llevo 25 años en el fútbol y allí, la familia es la contención permanente. Igual hubo llanto, muchísima tristeza. Pero con el pasar de los días sólo puedo pensar en que lo que hicimos como cuerpo técnico con los jugadores es positivo. Éramos novenos y terminamos devolviéndole la ilusión a la gente después de muchos años", dice el ex entrenador minero.

Esa eferverscencia no se veía desde hace décadas...

Se me pone la piel de gallina cuando me acuerdo. Los días anteriores, las filas para comprar las entradas, los banderazos, el apoyo ese día en el estadio. Yo fui campeón en 2003 y no recuerdo el mismo efecto en los hinchas.

¿Y qué pasó? Porque después de lo traumático que fue para el medio general, todos nos preguntamos por qué no se consiguió el objetivo...

Es que no hay que olvidarse que había un rival al frente que hizo todos los merecimientos para ascender, que fue regular y nunca bajó de los tres primeros lugares del año. Ellos y Coquimbo fueron los dos equipos más parejos del año y en la final tuvieron la precisión que nosotros no tuvimos.

¿No fue pánico escénico? Boris González -ex gerente del club- dice que le vio más brillo en los ojos a los de Cobresal que a los suyos...

No lo siento así. Yo estuve con los jugadores en la semana y estábamos todos convencidos de que lo íbamos a ganar. La emoción y compromiso del equipo cuando salimos a la cancha antes del partido se dio sola cuando vimos el apoyo. Puede haber pasado porque tuvimos el infortunio del autogol y ese fue un golpe muy fuerte. Nos costó demasiado reaccionar.

La impresión era que Lucas Simón estaba sólo contra el mundo...

Pero nosotros jugamos y trabajamos todo el semestre a eso. A que independiente de quien fuera a desbordar, llegaran por lo menos dos a buscar en el área y ese día, entre el ordenamiento defensivo de Cobresal y lo poco resolutivos que fuimos, dio esa impresión. Pero nunca jugamos a buscar a Lucas y nada más.

El fútbol sabe de ingratitudes. Si ganaba, Meléndez era héroe. Hoy, es el DT que jugaba para atrás y no le dio identidad al equipo...

Escuché eso, que nosotros somos defensivos, que nunca dimos un golpe de timón en el esquema. Y la verdad es que siempre jugamos igual, nosotros mantuvimos una idea. Una que estaba basada en lo que encontramos, en lo que venía trabajando Rodrigo -Pérez- y que decidimos potenciar agregándole algunas cosas. Pero es muy difícil que puedas tener una identidad de fútbol en dos semanas.

Pero el equipo comenzó a golear con ud en la banca y después le costó mucho retomar ese nivel...

Pudo haber sido el desgaste, no tuvimos vacaciones. Pudo ser que los demás equipos comenzaron a jugar por algo. Sin duda que hay partidos donde no nos resultó la apuesta, ni de los cambios. Pero uno tiene una forma de trabajar y va a morir con esa idea si le resulta y nos estaba resultando. ¿Qué pasaba si metía otro cambio más defensivo con Coquimbo y nos empataba igual? Me iban a condenar por echar el equipo atrás. Veníamos ganando, no se veía por dónde ellos llegaran y aposté por ir a buscar el tercer gol. ¿Me equivoqué? Probablemente fallé en la apuesta. Pero es como nosotros sentíamos que debía ser este equipo.

Plantel

Meléndez asume que el grupo "estaba muy falto de confianza y nosotros trabajamos mucho en eso. Tengo que agradecer el compromiso de los jugadores porque pese a que algunos se quedaron fuera, siempre me escuchaban, siempre acataban las órdenes y la relación era excepcional", dice.

¿A quién rescata?

Hay muchos, todos nos ayudaron en la medida de lo posible. Lucas -Simón- es un tipazo, un enorme aporte al club, un tipo que además nos ayudaba en la cancha con el sistema, que era líder dentro y fuera. "El Flaco" -Raúl Olivares- respondió a la confianza que le dimos. Lo conozco, jugué con él y pensando en lo mucho que ha disputado, eché mano a su experiencia y se consolidó. El "Guille" -Firpo- es un luchador, un tipo al que nunca le quité su esencia para jugar, lo impulsé a que apostara siempre por el partido que venía sin andarse cuidando. Cuando uno ha jugado en ese puesto sabe cómo tratar al jugador. Ayudó mucho a motivar al grupo.

Y con Arturo Sanhueza, ¿cómo terminó la relación?

Bien, yo respeto mucho su trayectoria, fuimos compañeros y nos conocemos. Obviamente que entiendo el año que pasó, porque uno quiere jugar siempre y a él le tocó menos.

Sobre eso mismo, ¿lo condicionó no tener a un sub 20 y tener que poner a Axl Ríos en el lugar de Sanhueza para cumplir con la regla de minutaje?

Una cosa es que Axl nos haya podido ayudar con el tema sub 20 pero soy categórico al decir que si él jugaba era porque se ganaba el puesto, porque nos daba la variante que queríamos en esa zona. No jugó por obligación, es un tremendo futbolista que espero que el club retenga porque le va a dar grandes dividendos.

Y los tres refuerzos que trajo... ¿La evaluación es buena?

Lo del "Toco" -Luis Maldonado- fue más complicado porque se lesionó cuando estaba comenzando a jugar, a ser alternativa. Pero no es cierto que llegó lesionado. Lo de Ibanobski es positivo porque jugó y nos dio variante por las bandas. Nos cumplió. A Felipe -Fritz- nos hubiera encantado aprovecharlo más pero en un principio se ahogaba y después tuvo un desgarro y lo dejó fuera dos veces. Nosotros lo veíamos entrenar y hasta pensábamos ponerlo desde el arranque porque tiene mucho talento pero recién al final pudo mostrar todo su potencial.

Qué le diría a Pablo Parra, que se va a la "U"...

Que me alegro por él, que es un gran muchacho, sano, profesional, comprometido. Que tiene unas condiciones enormes y que tiene que creerse el cuento, que ya demostró lo bueno que es y por algo lo vienen a buscar.

¿Y a Ignacio Jara?

Le diría lo mismo que siempre le dije. Que sepa que tiene un gran futuro si es que se lo propone. Porque condiciones le sobran.

Meléndez quiere seguir en Cobreloa porque "sería interesante poder armar un proyecto propio, para plasmar una idea.