La pregunta del Papa

Si nuestro Papa Francisco antes de tener su reunión cumbre con los obispos chilenos en el Vaticano y siguiendo el consejo que les dejó en su visita a Chile, se preguntara (se hubiera preguntado) ¿Qué haría Cristo puesto en mi lugar?, definitivamente se terminarían todos los problemas de la Iglesia Católica, no solo en Chile, sino que en el mundo entero...

Luis Enrique Soler Milla

Recuerdo

Permítame una reseña de un gran amigo que el 25 de diciembre partió a ese mundo de paz y tranquilidad. Jorge Godoy Ardiles (Q.E.P.D.), conocido entre sus amigos como el "ciruja chico", de niño fue un cabro despierto, inquieto y aventurero. Compartía con los muchachos de mi barrio e iba a todos lados con nosotros: canchas, playa Las Almejas o cine. Pasaron los años y nos fuimos alejando. Distintos motivos nos llevaron a tomar otros caminos. Jorge vendía confites en Latorre, entre Prat y Sucre en donde era conocido. Hoy su lugar está triste y solitario, recordando al "ciruja chico" que ya no volverá

Waldo Campusano Álvarez

Urgen medidas

Preocupantes son las últimas cifras que entregó el Banco Central que reveló que la deuda de los hogares sigue en máximo histórico a medida que se reduce su capacidad de ahorro. Según el reporte, los chilenos destinan el 73% de su ingreso al pago de las deudas, sin duda una cifra alarmante porque está fuera de los márgenes recomendables, que es jamás destinar más del 50% para ese fin. El llamado es a reactivar el proyecto de Ley de Deuda Consolidada que hoy está en el Congreso y que fijará límites a la capacidad de endeudamiento de los chilenos. Esto es necesario, porque hoy vemos que existe un alto acceso a medios de endeudamientos más allá de la capacidad de pago que tienen las personas. Pero también el llamado es a los ciudadanos, quienes para no llegar a estos niveles, la recomendación es que hagan una planificación y un presupuesto para el año, considerando solo ingresos y gastos fijos y luego de eso tomar decisiones. Y siempre ajustándose a lo recomendado por los expertos: destinar el 25% de los ingresos al pago de vivienda y otro 25% al pago de todo tipo de crédito. El 50% restante se destina a los otros servicios básicos, y en una situación ideal destinar el 10% al ahorro para enfrentar coyunturas sin endeudarse.