Chuquicamata tiene a su primera chofer de camiones de extracción
Codelco. La trabajadora ingresó hace 6 años a la sección Movimiento de Tierra y hace algunos meses que opera un CAEX, cumpliendo el sueño que siempre tuvo.
Redacción - La Estrella de Antofagasta
Actualmente cerca de 70 camiones de extracción recorren a diario la mina de Chuquicamata y, de ellos, el equipo 460 es el primero en ser operado por una mujer. Su conductora es Karina Leiva y hace seis años entró a la división como operadora de equipos de movimiento de tierra, cargo que cambió desde marzo de este año, cumpliendo así el sueño que tuvo desde su llegada a Chuquicamata.
"Ingresé en el año 2012 como operadora especialista de movimiento de tierra, primero en tractores neumáticos y cargador frontal, pero siempre mirando para arriba hacia los camiones. Ese fue mi mayor sueño, mi mayor anhelo que gracias a Dios ahora lo estoy cumpliendo", dijo la trabajadora.
Esta tarea no fue sencilla, pues no sólo debía aprender a mover un equipo más grande. También debió romper paradigmas y temores que surgen por hacer una labor que por más de un siglo sólo realizaron los hombres en este yacimiento.
Vieron de lo que soy capaz
"Al principio mi familia se asustó un poco por la complejidad de estar acá, porque 'otra cosa es con guitarra'. Es un desafío muy grande con una responsabilidad tremenda, pero vieron de lo que soy capaz y están orgullosos de mí", dijo.
Agregando que "el tema de la inclusión se ha internalizado. Nosotras vinimos a invadir un territorio de hombres, pero nos han acogido de muy buena manera y por eso estoy muy agradecida de todos".
En este sentido, detalló que tanto su jefatura como sus compañeros la han acogido positivamente, logrando ejercer su labor sin inconvenientes. Y es que al igual que todos sus compañeros, Karina Leiva recorre el yacimiento en turnos de 8 horas trasladando el material que se haya dispuesto en la pauta de trabajo, siempre en su equipo, un camión eléctrico modelo 930, que carga 300 toneladas.
"El 460 es mi camión, ¡la gran maravilla! Es un pequeño gigante que me acompaña todos los días, con él cantamos, conversamos, de repente le tiro sus orejitas cuando se pega un resbalón, pero ahí lo estoy manejando súper bien, eso sí que con mucha seguridad, porque a estos chiquillos no hay que perderles el respeto", detalló la trabajadora.
Durante su labor debe estar en constante movimiento por el rajo para ir trasladando lastre o mineral, según sea el caso. Si bien existen metas de productividad diaria, la administración ha sido enfática en recalcar que lo primero es la seguridad y para esto el propio camión posee diversos sistemas de seguridad, como control de descenso o un sistema de frenos con retardo eléctrico.
No obstante, el llamado siempre es privilegiar el autocuidado y mantener una cultura de conducción a la defensiva. Algo de lo que la trabajadora está consciente y que incluso lo usa como un incentivo a su labor.
"Yo creo que el secreto de esto es saber controlar la velocidad del camión. Eso y estar atenta con los cinco sentidos siempre. Este trabajo es muy bonito y por lo mismo tenemos que estar alerta y actuar con autocuidado, ya que así tengo la confianza...", expresó.