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Alan podrá competir con su silla

Tras una campaña en RR.SS. para poder adquirirla, la joven promesa local recibirá de Luksic su implemento.
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Andre Pierre Malebrán Tapia

Marisol Rivera estaba profundamente angustiada al ver a Alan, su hijo de 12 años, decaído. Operado de nacimiento por mielomeningocele, hoy es una promesa del deporte paralímpico local en la categoría atletismo en silla de ruedas, y su frustración venía de tener que decirle adiós a la próxima edición de los Juegos Deportivos Nacionales y Paranacionales, que se disputarán durante el mes de mayo, en Santiago.

El inconveniente era que el deportista que pertenece al Club Atlético Cobremar de Antofagasta, no cuenta con una silla que cumpla con los requisitos técnicos para el desarrollo de esta disciplina, ya que para su pesar -y especialmente el de su madre- ésta tiene un valor de 6 millones de pesos.

Implemento necesario para inscribirse en la competencia que ella supo, sería imposible adquirir a tiempo por falta de recursos. Fue así que tras discutirlo familiarmente, decidieron empezar a buscar alternativas para recaudar el monto.

"Es una silla especial para competir en atletismo porque tiene tres ruedas y él va hacia adelante. Con aluminio aeronáutico y rodamientos de carbono [...] buscamos ayuda en diferentes lugares y nadie nos dio nada... Entonces hice una venta de bonos y la empezamos a entregar por 5 mil pesos...", explica Marisol a La Estrella.

Cooperación

Bono de Cooperación Silla de Ruedas de Atletismo, se titulaba el documento que por medio de las redes sociales circulaba explicando la historia de Alan y los datos para que quienes quisieran comprar los bonos depositando.

"...Por lo expuesto, acudo a ustedes para solicitar su colaboración para poder adquirir mi silla y seguir en esta disciplina que me motiva a mí y mi familia. Si ustedes colaboran estaremos agradecidos", finalizaba la carta que terminó siendo compartida por algunos usuarios de Twitter, al Presidente de la República, a Leonardo Farkas y al empresario antofagastino y presidente de Quiñenco, Andrónico Luksic.

Y fue precisamente este último quien tomó su teléfono y se contactó personalmente con Marisol en el inicio de esta semana. Su idea era comprometerse con la compra.

"Él me llamó personalmente... Yo no tenía idea de nada y no sabía quién había hecho eso. Cuando me llamaron yo pensaba que era una broma... Me dijo que me iban a llamar de su fundación (Impulso Inicial) y al otro día me contactaron y dijeron que no me preocupara por nada", recuerda.

"Yo tomo esta oportunidad por mi hijo, porque él ahora está muy feliz. Estoy agradecida porque no todas las personas hacen esas cosas, pero molesta por que especialmente en este deporte no están las herramientas", concluye.

"...él (Alan) ahora está muy feliz. Estoy agradecida porque no todas las personas hacen esas cosas...".

Marison Rivera, mamá de Alan"

Recuadro

Alan entrena en el Estadio Regional Calvo y Bascuñán tres veces a la semana desde los 8 años.

Anteriormente utilizaba una silla de ruedas regular (ver fotografía) pero al participar en un campeonato profesional ésta no es permitida.

Es el más joven en esta disciplina, y "un diamante en bruto" recalca su madre.

Su nuevo implemento deportivo arribará el 20 de marzo totalmente lista para su uso.