Estos niños necesitan su ayuda: Oncofeliz busca socios para seguir funcionando
Están ingresando más niños con cáncer a la corporación y los gastos mensuales son de $5 millones. El próximo mes se viene un desfile de modas para apoyar.
Ignacio Araya
Josefa Munizaga, la niña que aparece en la foto de al lado jugando con unos paquetes de pañales, tiene dos años, y está diagnosticada con leucemia linfoblástica, un cáncer a la sangre que la tiene hospitalizada con quimioterapia intensiva en Santiago. Hace unos días, tuvo que ser trasladada desde Antofagasta a la capital junto a su mamá en un avión ambulancia.
A la misma hora, la hermana mayor de Josefa viajaba en otro avión para acompañarla en su tratamiento. Ese pasaje lo pagó Oncofeliz, la corporación fundada por el kinesiólogo Rafael Bannura y su esposa Ximena Reyes que busca apoyar a los niños oncológicos y a sus familias, tanto en apoyo psicológico como monetario. Por ejemplo, los vuelos para que familiares como la hermana de la pequeña Josefa Munizaga puedan estar juntos.
Y no solo pasajes: Oncofeliz los ayuda con drogas oncológicas, medicamentos, suplementos nutricionales, alojamientos en Antofagasta, exámenes médicos, aportes a la Unidad de Oncología Infantil y al Aula Hospitalaria del Hospital Regional de Antofagasta. Todo, para buscar una sonrisa en los pequeños y en sus cercanos.
El problema son los costos. Mensualmente Oncofeliz debe desembolsar 5 millones de pesos entre todas sus prestaciones. Aunque actualmente tienen 35 pacientes de entre cero y 18 años de edad, solo durante este verano entraron ocho nuevos niños, siendo que la estadística es que ingresen 14 durante el año al Hospital Regional.
"Con la mano en el corazón, tenemos para dos meses", dice preocupado Rafael Bannura, presidente de la corporación. En su bolso lleva tarjetas para el desfile de modas que harán en abril en el casino Enjoy (ver recuadro), los que esperan pueda financiar algo de lo que necesitan para seguir su camino ayudando. En mayo se viene la colecta pública, pero para eso faltan aún un par de meses. Con esas actividades, más otras que se realizan durante el año, se tienen que juntar entre 60 y 70 millones de pesos para el año. "Y no tenemos", comenta.
Bannura dice que se necesitan socios para continuar ayudando. Usted puede hacerlo entrando a la web de Oncofeliz (www.oncofeliz.cl). Ahí hay un formulario de inscripción donde puede poner el monto que desee aportar de forma mensual. Hay gente que también se acerca a la oficina del kinesiólogo Bannura, en Matta 1868 (Edificio Pukará), oficina 1003.
Han sido días difíciles para Oncofeliz, no solo por lo monetario. El jueves en la mañana falleció el pequeño Eithan Valencia, un menor de un año y once meses que estaba diagnosticado con linfohistiocitosis hemofragocítica, una enfermedad de la sangre. La corporación pagó los pasajes a su papá y a su abuela para que lo acompañaran en los difíciles momentos.
Red de apoyo
Joaquín Polanco es de Calama, y tiene once años. Hace diez días fue trasladado en un avión ambulancia con su madre, ya que debía someterse a una cirugía craneana de urgencia. Esto, debido a un tumor en el cerebro. Oncofeliz puso los pasajes para que el papá pudiera viajar a Santiago. Aunque no hubo necesidad de operación y el tratamiento de quimioterapia seguirá en Antofagasta, el pasaje desde Calama también lo costeará la corporación.
Lo mismo pasará con la familia de Mya Bravo, una niña de 11 años diagnosticada con un teratoma inmaduro pineal, un tumor en el cerebro que la tiene en Santiago tras una recaída. Sin embargo, la próxima semana volverá a Antofagasta dada de alta, para continuar su tratamiento de quimioterapia. Oncofeliz apoyará con protectores oculares, mascarillas y medicamentos.
Ximena Reyes, vicepresidenta de la corporación, dice que Oncofeliz tiene una red de apoyo con todo el equipo humano, para poder estar junto a las familias. "Los incluimos desde una conversación de escucha atenta, cariñosa, solidarizando, permitiendo conversar, permitiendo el silencio, el llanto", comenta. "Nos da una sensación de estabilidad emocional saber que por lo menos esta grave enfermedad tiene un sostén emocional, económico y humano que ha permanecido durante muchos años", dice, refiriéndose a las casi dos décadas de la corporación.
Reyes explica que ver a un niño contento es lo que los motiva a seguir después de 19 años de trabajo. Verlos teniendo una infancia tranquila, retomando la vida diaria, el colegio. Que el hospital sea solo una experiencia y no una forma de vida. "Eso es lo que nos motiva. Ver que los niños tienen recuperación, los profesionales y esa contención que es la que dice 'si, vamos, se puede'".
$70 millones es el gasto aproximado que realiza Oncofeliz durante el año. Ahora, dicen, no tienen esa plata.
ignacio.araya@estrellanorte.cl