El planeta Tierra

El lunes 22 fue el día mundial de la Tierra y es un buen momento para analizar y pensar qué estamos haciendo como personas y comunidad para cuidar al único planeta que tenemos. En 1970 se instauró este día para crear conciencia sobre la producción de contaminación, la conservación de la biodiversidad y las acciones ambientales para proteger a nuestra Tierra. Es un día para homenajear a nuestro planeta y reconocer a la Tierra como nuestro hogar y retribuirle todo lo que nos entrega. En este día, mucha gente y organizaciones realizan acciones puntuales en señal de apoyo al cuidado del planeta que hemos maltratado a medida que hemos ido creciendo como sociedad. No utilizar el automóvil, cambiar la energía eléctrica por energía renovable, no utilizar bolsas de plástico, plantar un árbol y reciclar, son acciones que benefician a nuestro planeta y por tanto nos beneficia a nosotros. Acciones puntuales que si las transformamos en permanentes mejorarán es estado actual de la Tierra. Esta Tierra que tanto necesitamos. Nuestro grano de arena es fundamental para el cambio. ¿Con qué aportas tú?

Homenaje en vida

Señor director:

Permítanme expresar un deseo que compartimos un grupo de antofagastinos que guarda relación con tributar en vida el legado de un alcalde que, con su espíritu visionario y emprendedor, pensó y sacó adelante a una ciudad, no solo desde la perspectiva urbana, sino que también desde la óptica patrimonial.

Entre 1964 y 1967, Juan Floreal Recabarren Rojas tomó las riendas de la ciudad. Un período breve quizás, pero muy fructífero. La inauguración del Estadio Regional, la construcción de la Avda. Circunvalación (actual Padre Hurtado), la fundación del Antofagasta Portuario (hoy CDA), la celebración del primer centenario del poblamiento de nuestra ciudad, y luego (en un segundo periodo) afrontar de las duras consecuencias del aluvión de 1991, son su principal legado. Académico, destacado hombre público, político de buena cepa y un referente obligado de nuestra historia.

Como hijo de esta tierra, propongo que su obra en vida fuera perpetuada en el nombre de una avenida, específicamente la Avda. Padre Hurtado, una de sus principales obras como autoridad. Esto como testimonio de su gestión y esfuerzo por convertir a Antofagasta en "la ciudad del gran impulso", uno de sus principales lemas durante su administración.

Estoy sumamente convencido que esta propuesta, basada en el cariño y pertenencia a este terruño, calará hondo en muchos antofagastinos de corazón.

Felipe Troncoso Ossandón