Ignacio Araya
En el pueblo de Baquedano, capital de la comuna de Sierra Gorda, pasa una cosa curiosa: tienen 11 cámaras de televigilancia en el pueblo para prevenir la delincuencia, pero nadie está mirando permanentemente del otro lado. "De verdad no tenemos personal para eso", dice el alcalde José Guerrero.
Cuando se inauguraron las cámaras había monitoreo de ocho horas con un encargado, una coordinadora del programa y una persona más. Pero "cada año se van entregando más atribuciones, más responsabilidades con el mismo personal", señala el edil. El problema, clásico de las comunas pequeñas donde la planta de funcionarios es muy baja, provocó que hoy sólo la directora de seguridad pública va a ver los monitores, a ratos.
Al final cortaron por lo sano y decidieron contratar a una empresa externa para que haga la pega en Baquedano. Después de cuatro veces de ver el tema en el Concejo Municipal, salió humo blanco y en aproximadamente 15 días ya estarían monitoreando las cámaras del pueblo. El trabajo se realizará en las nuevas dependencias de Seguridad Pública, que el municipio construyó con un espacio para que también trabajen PDI y Carabineros.
El alcalde Guerrero dice que desde el año pasado querían que una empresa externa se hiciera cargo, porque deben tener más personal para las cámaras. "Nosotros no somos expertos en eso, tienen que ser empresas que si se hacen cargo, que cuenten con los cursos, que cuenten con las capacitaciones, y además que sepan resguardar también la información ahí, entregar cuando la solicita un tribunal".
Prevención
En Baquedano, el presidente de la Junta de Vecinos número 4, Osvaldo Torres, cuenta que la próxima semana se reunirán con el municipio para conocer cómo será el sistema y quiénes se harán cargo de las cámaras del pueblo. "Como es pueblo chico todos se conocen", reflexiona, porque no le gustaría que se preste para otra cosa. De todas formas, Torres dice que en el pueblo han ocurrido robos y que las cámaras permiten que se pueda disminuir la delincuencia.
Raúl Álvarez, vecino de Baquedano, cuenta que en el pueblo la cosa no está tan mala tampoco, pero que le parece bien que estén los 11 lentes vigilantes. "Es una manera de prevenir. Para nosotros es importante que estén las cámaras".
Sierra Gorda, el otro de los dos pueblos de la comuna, también tiene cámaras. Allá son nueve, pero una se fue abajo por culpa de un camión y el municipio busca que se hagan responsables para reparar el daño. Y, cuenta el alcalde Guerrero, también se podría imitar el ejemplo de Baquedano para contratar personal idóneo para operarlas.
Volviendo al tema del poco personal, la raíz de todo este problema, el edil también comenta que esperan que en un par de meses más se apruebe la modificación de las plantas y con eso ampliarla, porque -pone de ejemplo- un funcionario que antes veía un tema, ahora ve 20. "Eso pasa en todos los municipios pequeños", piensa el alcalde de Sierra Gorda.