Un poco más tranquila después de la algarabía y los festejos, la joven Catalina Ramírez, contesta el teléfono desde la fría zona de Aysén. Ella es la única antofagastina, y de hecho de la Zona Norte, que es parte de la selección chilena de básquetbol sub 16 que hizo historia en el premundial de esta categoría.
El fin de semana se quedaron con el bronce, tras haber derrotado a la selección de Puerto Rico en la Zona Sur de nuestro país.
Pero las "Huasitas", como se conoce al team de estas chicas que se han convertido en una generación dorada del básquetbol juvenil, lograron escribir su nombre en la historia al anteriormente derrotar a Ecuador por 56 a 43, clasificando así al Mundial de Rumania que se jugará el próximo año.
La hazaña fue que Chile hace 55 años que no lograba estar en una cita planetaria. Y ojo, que este histórico tercer lugar se suma al palmarés de ser las actuales bicampeonas sudamericanas.
Catalina es alumna de tercero medio del Colegio San Esteban, de posición ala pívot, pero lamentablemente una lesión en sus meniscos no le permitió jugar en este premundial. Sin embargo, es parte de todo el proceso, tanto el previo en los sudamericanos, como el actual que las llevará a Rumania, de la mano del técnico Warren Espinoza.
"Si bien la lesión no me dejó jugar, igual participé en todo el proceso apoyando a las chicas. Cada una de nosotras nos esforzamos, dejando los estudios y la familia un poco de lado pero pa lograr nuestro sueño. Igual, es un gran triunfo histórico para Chile porque sacamos tercer lugar a nivel continental, después de Estados Unidos que es el campeón mundial y Canadá que está rankeado quinto del mundo", comenta la joven deportista, quien hoy emprendía el regreso hasta Antofagasta.
La "Cata" añade que los logros históricos comienzan con haber logrado el bicampeonato sudamericano primero en Colombia y luego en Aysén (2017 y 2018, respectivamente).
"Venimos de ganar dos sudamericanos, los que es histórico porque Chile nunca había ganado un sudamericano y menos dos veces y con esto se nos suma a nuestros sueños", dice y añade que cuando lograron la clasificación al mundial frente a Ecuador, se vio un grupo "muy contento y emocionado. Hubo algunas lágrimas por ahí, pero eso es porque fue el premio a tanto esfuerzo, a tanto luchar por conseguirlo y entrenar".
Por último, la antofagastina añade que "nosotras somos más una familia que un equipo. Nos apoyamos demasiado y es súper gratificante lograr este sueño que era de todas, no sólo de nosotras, sino que también de selecciones anteriores y de muchas chicas que igual participaron pero no quedaron en la selección final. Nuestra característica es la garra".
