Redacción
Miles de peregrinos todos los años llegan a venerar a la Virgen Guadalupe de Ayquina, pero sin duda, los que más interés causan son los "caminantes". Ellos, tal como lo dicen, cruzan el desierto para llegar hasta el Santuario a pie.
Estos hombres, mujeres, niños, adolescentes y ancianos, escogen los días anteriores a esta fiesta para caminar los 63 kilómetros que unen a Calama con el poblado de Ayquina. Ellos escogen, si les acomoda emprender el viaje de día con el sol en su nuca o de noche con el frío que congela los huesos.
"Es duro este camino, llevo tres años caminando por una manda que le tengo a la China. Ella me protegió a mi frente a un accidente y eso se lo voy a agradecer eternamente. Por eso llego hasta sus pies. Este año no está muy bueno el tiempo, así que trataré de evitar caminar con sol y el viento", explicó Andrés Cáceres, trabajador y devoto de la Virgen de Ayquina, en las cercanías del Paredón.
Recomendaciones
Para ellos, las autoridades han dispuesto una serie de recomendaciones. Entre ellas, que vayan con reflectantes en su cuerpo y mochilas, para que sean vistos a distancia, ya que hay un trayecto donde se encuentran de frente con vehículos.
Asimismo, se les ha pedido viajar con linternas para que no se pierdan, aunque este año, las cruces que están en este trayecto fueron pintadas y se les instaló una luz que se carga con el sol de día.
"Les pedimos que se hidraten mucho en el trayecto. Si van a caminar protéjanse del sol y si es de noche, cúbranse del frío. No se sobreexijan, sabemos que esta caminata es un esfuerzo enorme, pero si no pueden, pidan ayuda y los podrán acercar a los tambos, de retorno a Calama o directamente el poblado. Hay mucha gente que los puede ayudar, por favor soliciten lo que necesiten", explicó Rodrigo Marín, encargado de la comisión organizadora de la fiesta.
Tambos
Desde el 3 de septiembre ya se habilitaron los siete Tambos o conocidos descansos para los caminantes, los que están ubicado en esta ruta en medio del desierto.
"Les pedimos que se acerquen, tenemos de todo, hasta podemos hacerles curaciones en sus pies y si necesitan una palabra de aliento, también podrán encontrarla con nosotros. Es una ruta dura y no duden en pedirnos ayuda", explicó Juan Carlos Rojas, coordinador del Tambo Paredón.
Los caminantes salen desde Calama y toman la ruta CH23 hacia Chiu Chiu. Deben ir en el borde del norte, para así ir de frente a los vehículos. La primera parada es frente al Paredón, luego llegan hasta el "Divisidero" y finalmente a la localidad de Chiu Chiu. Muchos prefieren descansar en esta parada.
Ya después deben seguir hacia el río Salado y dejan atrás la carretera. Después la ruta es sólo por el desierto. Desde ahí deben llegar hasta el Puente del Diablo y le sigue Ramadita. Es allí donde se requiere tomar buenas decisiones, ya que es el último gran trayecto desde la Quebrada Grande hasta Ayquina.
Uno de los que vivió esta travesía por segundo año consecutivo es el obispo de la diócesis Juan Bautista de Calama, monseñor Óscar Blanco, junto a 26 peregrinos. Recorrió 35 kilómetros de Calama hasta Ayquina a lo que denominaron "Peregrinación con Sentido".
El recorrido lo iniciaron en el Tambo del Río Salado y en el trayecto hubo tres nuevas detenciones en los Tambos del Puente del Diablo, Ramaditas y de la Quebrada Grande, una ruta de ocho horas.
Miles de peregrinos ya van caminando hacia Ayquina