Reconocimiento

Señor director:

Quiero hacer un reconocimiento en vida a Mitchell Sandro Muñoz Muñoz, animador de radio, tv y compositor. Un héroe anónimo, de escasos recursos, humilde y de muy bajo perfil, que no da entrevistas y que con su fundación sin fines de lucro realiza una gran labor social en Antofagasta.

Colocan basureros y áreas verdes en las calles, le dan agua, comida y abrigo a las mascotas que viven en la calle, y a través de una radio por internet realiza servicio social.

Nunca ha recibido ningún reconocimiento por parte de la municipalidad y/o políticos de Antofagasta como hijo ilustre o "Ancla de Oro".

Mitchell nació y se crió en una familia en situación de calle. Caminaba desde el vertedero hasta el centro ida y vuelta. A los 12 años comenzó a trabajar en radio y tv como animador y fue artista local, cantante, bailarín de música contemporánea, bailarín en un grupo folclórico, modelo y actor.

Fue difícil ganarse la vida, recibiendo propinas en restaurantes y demás lugares humildes. A veces ganaba algo y a veces ni un solo centavo. A veces trabajaba solamente por la comida y en forma muy esporádica era contratado para actuar en fiestas privadas como matrimonios y bautizos.

Nunca pudo estudiar, porque no tenía los recursos económicos y todo lo aprendía en los ensayos.

Para tener ingresos extras trabajó barriendo las calles, como aseador de baños, construcción, cargador, lavando platos en restaurantes, guardia de seguridad entre muchos otros oficios.

Por favor no deje de publicar esta carta en nombre de los vecinos de Antofagasta.

Muchas gracias, Dios les bendiga.

Elizabeth Campos

Cuidemos la verdad

Señor director:

Un reciente estudio hecho por la compañía de seguridad Kaspersky determinó que el 70% de los chilenos son incapaces de detectar noticias falsas. Cifra preocupante si además se tiene en consideración la gran cantidad de información errónea que ha circulado durante los últimos meses en nuestro país.

La impulsividad y la satisfacción que provoca compartir algo que refuerza nuestras creencias pudo más que el raciocinio y la prudencia. Sin embargo, no está demás recordar que las noticias falsas no distinguen color político, raza, ideología o religión, siendo todos susceptibles a caer en ellas.

Bárbara Haas