Hospital de Calama espera contar con un box con un sanador indígena
La Oficina Intercultural ha hecho que comuneros enfermos de pueblos originarios reciban una atención personalizada, donde la medicina se mezcle con sus creencias ancestrales.
Redacción - La Estrella
Y a las barreras culturales no son impedimento para que los comuneros indígenas de la Provincia El Loa puedan recibir una buena atención de salud. Esto, porque el Hospital Carlos Cisternas de Calama adaptó una oficina intercultural que está destinada para entregar un trabajo personalizado a estos pacientes. Ellos pueden recibir un exitoso tratamiento médico, mezclado con sus creencias ancestrales.
Este espacio de acercamiento con los pacientes indígena, fue bautizado como Oficina Intercultural, la que si bien en un principio era solo de información y orientación para que estos pobladores se lograran hacer exámenes o tomar horas, su labor fue avanzando con el tiempo, al grado que ahora hasta sirve para romper las barreras de lenguaje entre médicos y comuneros.
Oficina intercultural
Yanira Galleguillos es la profesional encargada de este espacio y es originaria de la localidad de Lasana, lo que genera que su trato sea mucho más personalizado con estos pacientes que vienen desde Alto Loa y Atacama la Grande. "Esta oficina busca atender y orientar al máximo a la gente de estos distintos pueblos, ya sea Atacameños, como diaguitas, mapuche u otras etnias. Hay que tener un lenguaje claro entorno a sus diagnósticos y posterior tratamiento. Cada vez que llega un paciente así, esta oficina va a hacer un acompañamiento personalizado a ellos y sus familias, para que puedan hacer consultas y si es que no entendieron las indicaciones médicas. La idea es esa, muchas veces llegan adultos mayores de estas localidades y sienten mucho temor a lo que les van a hacer e incluso quedarse en el hospital. Entonces trabajamos con ello en que su instancia no sea tan traumática", explicó Galleguillos.
El trabajo que se hace con estos pueblos atacameños es un respeto absoluto por sus creencias y a su vez, les hacen un seguimiento posterior a su paso por este recinto hospitalario, para que puedan continuar con sus medicaciones.
Apacheta
Cabe destacar, que las personas de estos pueblos originarios son muy reacios a asistir al hospital, ya que ellos confían en su medicina ancestral y a veces llegan con patologías muy graves a este recinto, necesitando de esta asesoría.
Ante esto, el hospital cuenta con una sala de oración para las distintas religiones y también creo un espacio destinado para los pueblos originarios. En uno de los patios interiores de este nuevo recinto, adaptaron un espacio que tiene pileta, tierra y un Apacheta, que es un montículo de piedras colocadas en forma cónica una sobre otra, como ofrenda realizada por los pueblos indígenas de la Provincia El Loa. Ellos trajeron una piedra de cada una de las localidades.
Sanadores indígenas
Ante esta importante integración, el hospital ha tenido un gran avance en esta materia, al grado que actualmente trabajan con la Asociación Indígena de Sanadores, Lickan Hampitur, donde junto con los tratamientos médicos, para quien lo requiera, esta oficina los deriva a estos médicos ancestrales como una fuente de hierbas medicinales naturales. Cabe destacar, que esto no es para que dejen sus medicinas o interrumpan sus tratamientos, es para que paralelamente también tengan una opción complementaria y natural.
"Nuestro afán es mejorar mucho más nuestra atención, podemos decir que tenemos grandes hitos que hemos conseguido con estos pacientes. Dentro de ello, tenemos como proyecto, poder contar con un box donde haya un sanador indígena, que pueda ser utilizado para quienes lo requieran", explicó la médico Pilar Mateluna, jefa del Departamento de Comunicaciones, participación ciudadana y OIRS del Hospital de Calama.