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Dueños de las botillerías estiman pérdidas de hasta un 80% debido a la pandemia

Modificación del horario de atención, aumento de la venta clandestina de licor y competencia de supermercados son algunos motivos que comerciantes atribuyen a esta baja.
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Redacción - La Estrella del Loa

La crisis actual también golpea a los dueños de las botillerías en Calama, quienes argumentan que, desde el inicio de la pandemia, sus ingresos se redujeron a niveles preocupantes, obligando a algunos comerciantes a tomar la determinación de cerrar sus locales.

De acuerdo a la información entregada por Alina Mamani, presidenta de la Asociación gremial de dueños de botillerías de Chile (AGBOTCH), filial Calama, la pérdida en este gremio desde el inicio de la crisis sanitaria a la fecha, es de hasta un 80%.

Una cifra que es ratificada por el presidente nacional AGBOTCH, Marcial Pérez quien señala que este complejo escenario afecta a la mayoría de los botilleros del país que están asociados al gremio. En el caso de Calama, los socios suman las 47 personas.

Perjuicio

Para los dirigentes gremiales, hay varios motivos que provocan esta merma económica. "Hay un problema de perjuicio para los dueños de botillerías y de privilegio para los más grandes que, en este caso, son las bencineras y los supermercados que, hoy día, pueden vender alcohol sin problema, sin un límite", explica Pérez.

Señala que por el contrario, las botillerías a nivel nacional, "están con ordenanzas municipales, en otros casos no permiten trabajar y hay una diferencia de criterios en cuanto a las distintas seremis de Salud", acotó el presidente nacional.

Dijo también que en todas las botillerías a nivel nacional, "el horario más fuerte que tienen de trabajo y la mayor productividad es cuando los supermercados cierran, pero en este caso, al no estar cerrados los supermercados y al ponernos las ordenanzas da el caso que hay problema para poder funcionar, porque las ventas no son las mismas".

Alina Mamani explica que en Calama, en este período de pandemia tuvieron que adoptar un nuevo horario de atención tras la modificación de la ordenanza, ello obligó a que estos locales cierren a las 19 horas.

"Con esta modificación lograron que se amplíe la venta ilegal de tragos, cuando nosotros pagamos patente, somos contribuyentes, nosotros tenemos gente trabajando, muchos arriendan los locales, muchos arriendan las patentes y tras de uno viene familia", manifestó la presidenta local.

Agrega que, "usted se mete por el Facebook y encuentra a cualquier hora alcohol, a cualquier hora en toque de queda, en cuarentena a diestra y siniestra y sin ninguna fiscalización. En cambio a nosotros nos fiscaliza el Servicio de Impuestos Internos, la municipalidad, los carabineros, ellos nos piden el carnet de identidad, te piden las patentes al día, todo, pero a los ilegales, bien gracias y los supermercados, bien gracias".

Respecto a la posibilidad de poder ampliar sus ventas a través de la modalidad de reparto a domicilio o delivery, Alina Mamani explicó que, "en Calama no está permitido el delivery de las botillerías , aunque deberían darnos la opción de poder trabajar a los botilleros el delivery, deberían dar la opción porque nosotros tenemos boletas, nosotros pagamos patentes, somos contribuyentes y todo", manifestó.

Dijo además que hasta la fecha, los asociados a la organización gremial, han cumplido con la normativa impuesta y que, hasta la fecha , no han recibido alguna multa.

"Ningún asociado ha tenido algún parte ni una infracción porque ese es el compromiso que tenemos como botilleros, cumplir la ordenanza que está vigente".

Consultados respecto al cuál debiese ser el horario de cierre de las botillerías, Marcial Pérez comentó que lo ideal sería a las 21 o antes de las 22 horas.

"El municipio está en una profunda crisis económica. La situación es grave, no hay recursos "

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Compleja. Al menos así calificó el alcalde Daniel Agusto la situación que vive el municipio en cuanto a las finanzas del consistorio se refiere, y contextualizó que la "situación es de mucha complejidad puesto que los coletazos de esta pandemia nos han golpeado mucho y sin recursos frescos es muy complicado el poder proyectar todo tipo de trabajo a futuro", dijo el edil.

A poco más de tres meses de desatada la pandemia y la crisis sanitaria, el jefe comunal efectuó algunos balances y dijo también que "han sido los tres meses más tristes y complejos en toda la historia de Calama. Este virus es un enemigo complejo para los habitantes del Loa".

A tres meses ya de crisis sanitaria, ¿cuál es su balance?

- Triste y complejo. No estábamos preparados. Tuvimos respuestas tardías al llamado de cuarentena por ejemplo. Fuimos los primeros en solicitar el cierre del aeródromo, y todas esas medidas fueron implementadas muy tarde. Fue un inicio complejo porque las autoridades nacionales tampoco escucharon nuestros llamados, desconocieron nuestra realidad. Y en ese balance de a poco hemos podido ir avanzando con ciertas mejorías.

¿Esta pandemia trajo muchos problemas. ¿Cuál es la situación del municipio?

-Deficitaria. En lo económico tenemos tres meses de mucho déficit, otro tema de complejidad puesto que esto golpeó las arcas municipales y no creo se tenga registro de un impacto así. Hemos visto cómo esta pandemia golpeó a contribuyentes y al trabajo de recolección de fondos -auto generados- que no se han percibido de forma normal. El municipio está en una profunda crisis económica. La situación es grave, no hay recursos. Y este déficit llega a un 65 por ciento que podrían poner, en riesgo muchas de las operaciones del consistorio.

El no recibir recursos frescos nos ha puesto en un complejo escenario financiero. Y es de tener en cuenta que muchos de los contribuyentes tienen problemas de pago. El sector comercio ha tenido muchos problemas que se arrastran desde octubre del año pasado y ha sido un cúmulo de cosas, situaciones, que han calado de forma negativa en las finanzas municipales. Para dimensionar el impacto la próxima semana se hará una evaluación de los costos que significará realmente esta pandemia y también cuál es el déficit financiero en el que está realmente el municipio.

¿Cómo evalúa la respuesta y también el acople a la Red Salud de la Atención Primaria de Salud en esta crisis?

-Fue complejo porque se asumió una tarea muy difícil, nuestra salud es preventiva, trabaja en otro ámbito y fue muy complejo acoplarse a los requerimientos y demandas de la comunidad, sobre todo en el último mes. Pero debo decir que los trabajadores de la Salud Primaria supieron estar a la altura, y hoy por ejemplo nos estamos haciendo cargo de los testeos y de la búsqueda del virus. Esa es una tarea importante que no se estaba haciendo bien, y las redes el conocimiento y trabajo de la salud municipalizada hoy es parte fundamental del trabajo en esta etapa de la pandemia. Hay mucho que hacer en materia preventiva. Es fundamental ese trabajo y también el de consultorios, SAPUS, centros familiares y todas las unidades de atención. Ellos han recibido gran parte del peso de esta pandemia.

En lo relacionado con las mermas económicas, ¿se ha recibido el apoyo estatal comprometido? ¿Qué pasó con las gestiones de la Asociación Nacional de Municipios?

-No han sido muy fructíferas. Al municipio solo han llegado recursos correspondientes al Fondo Solidario, y con una transferencia de 700 millones de pesos, cifra que es insuficiente para atender, funcionar y proyectar el trabajo del municipio. Ya establecimos una redestinación del orden de los 2 mil 100 millones de pesos que eran del plan de inversiones a la contención de la pandemia, pero no se ha avanzado en las gestiones para recibir dineros extras. Es imprescindible, esta situación puede ser catastrófica para la municipalidad de no poder generar ni percibir recursos para su funcionamiento.

Pérdidas

¿Esta pandemia trajo muchas pérdidas humanas, muchas de ellas muy conocidas. ¿Cómo lo ha vivido usted?

-Esto ha sido brutal. No hay otra palabra, devastador. Esta situación no solo nos ha puesto a prueba, sino que también ha cobrado vidas en nuestra ciudad, en el Alto Loa, y en general en la provincia. Yo lo he vivido con mucha tristeza. No hay dolor más grande para un hijo el perder a su madre. Pero también a un hijo, un padre y un ser querido. Calama ha visto partir a su gente, valiosa toda y que nos quitó una posibilidad de despedida y de otras instancias familiares. Es un año terrible, los tres meses más complejos para un ser humano que deba afrontar esta situación, siendo una autoridad, o un ciudadano común.