No compliquen las cosas
Estimado director:
Con frecuencia, tenemos en los medios escritos y hablados a personas expertas comentando, respondiendo y instruyendo de diversos temas que les interesan a todos los chilenos, en especial hoy, relacionados con la crisis sanitaria. Ahora bien, sin poner en duda sus vastos conocimientos, pero da la impresión que eligen las expresiones, palabras e incluso en otros idiomas más engorrosas, que solo consiguen enredar más que aclarar y que en definitiva, muestra que no pueden o adolecen de la gracia de colocarse en plena sintonía con la diversidad de personas que los escuchan.
Como una manera de ejemplo, que cuando un talentoso quiere y puede conseguir la sintonía plena de su interlocutor, mostraré como respondió el gran Albert Einstein a un hombre común, cuando le preguntó qué era La Teoría de la Relatividad, el genio del siglo XX le dijo:
"Una hora con una chica bonita le parecerá un minuto y un minuto sentado sobre una estufa caliente le parecerá una hora".
En una palabra, brillante, un llamado a los profesionales, charlistas, autoridades, columnistas, panelistas, etcétera, y en especial hoy a los expertos en crisis sanitarias, para que cuando ocupen expresiones muy especializadas, se den el tiempo para explicarlas detalladamente. Es hora de que entiendan que hablar o escribir en "fácil", aunque sean muy complejos sus temas, en absoluto es señal de pérdida de status, ni debilidad en conocimientos específicos, por el contrario demuestra la grandeza del instruido, en compartir abiertamente sus conocimientos con la gente en general, y por qué no, imitar al gran Albert Einstein.
Luis Enrique Soler Milla
La lengua
Señor director:
Nuestro musculoso órgano del gusto (muchas veces de disgustos), se ha transformado en el arma más utilizada para atacar a otros. Ella está siendo el arma favorita de los señores políticos, para sacarse los "trapitos al sol".
Da rabia-pena y vergüenza, ver a nuestros honorables representantes, entrar en polémicas y descalificaciones personales, que nada tienen que ver con su labor legislativa. Si la mitad del tiempo, lo ocuparan en buscar soluciones reales para beneficio del país, todo sería diferente, hasta pensaríamos en votar por ellos.
Jorge Valenzuela Araya