"Ninguna ciudad del país enfrentó lo de Calama"
El referente Covid del H. Carlos Cisternas, Francisco Muñoz, reflexiona sobre la terrible situación vivida en el recinto.
El Hospital Carlos Cisternas de Calama es tal vez el recinto que más fuerte se ha visto golpeado por la pandemia en el país. El haber pasado de cuatro camas UCI a más de 30 grafica el nivel de agresividad con la que el virus atacó a la capital loína.
Principalmente junio fue el mes en el que no había respiro para el personal de la salud, algo que en julio comenzó a decaer y que actualmente ha permitido a varios de los profesionales por fin estar de vacaciones luego de haber estado en una batalla que parecía interminable.
Esa cruda lucha golpeó duro a los profesionales de la salud con el triste registró del único mártir de la región en esta pandemia: el TENS Carlos Ahumada, funcionario de la Unidad de Urgencias que falleció en Santiago la noche del miércoles 19 de agosto, víctima del coronavirus.
Los peores momentos
Esos días terribles son los que recuerda el referente Covid del Carlos Cisternas, el doctor broncopulmonar Francisco Muñoz, quien señala que "llegamos a tener 350 camas... lleno el hospital con pacientes coronavirus". De hecho, en el recinto físico prácticamente la totalidad eran atenciones por Covid-19.
"Llegamos a tener en un momento 15 fallecidos al día. Fue terrible y todo el mundo lo recuerda con mucha tristeza. Muchos de los funcionarios perdimos familiares, funcionarios que fueron testigos de la muerte de sus propios familiares en el hospital. Eso se recuerda con dolor y por lo mismo hicimos una ceremonia con nuestro banderazo para recordar a los caídos y motivar a los que han estado en la primera línea", afirma.
El doctor, quien también se contagió de coronavirus, ahora en momentos más de calma, reflexiona: "el 1 de junio, que fue un lunes, me contactaron de un programa de TV de Antofagasta, el cual estaba en vivo y en donde teníamos ambulancias que no podían dejar a los pacientes porque la Urgencia estaba colapsada y había tres o cinco esperando afuera. En ese minuto el hospital estaba completamente lleno. El miércoles 3 me avisan que mi PCR estaba positivo..."
"Cuando yo volví (después de la cuarentena) el 16 de junio el hospital estaba completamente 'incendiado' por las cuatro esquinas. Mi gente estaba desmotivada porque estaba la escoba. Llegaban pacientes graves por todos lados. Estaba llena la urgencia de la Clínica El Loa, el SAR con más de 30 pacientes...una situación compleja, y logramos con un grupo de colegas ordenar el tema y comenzamos a trasladar pacientes fuera de la región".
Muñoz recuerda que también se sumó al escenario adverso el más de un centenar de trabajadores de salud del recinto que estuvo en cuarentena, "pero comenzamos a apagar el incendio. Mis funcionarios fueron héroes. Nosotros vivimos la batalla de las Ardenas, una de las más cruentas de la Segunda Guerra Mundial".
Para agravar las cosas la altura geográfica de Calama complicó los procedimientos de intubación y traslado de pacientes. "Ninguna ciudad en el país tuvo que enfrentar lo que Calama enfrentó, porque nuestros pacientes eran intrasladables. Sabíamos que los pacientes que podíamos trasladar eran los que podían vivir porque estaban estables. Los que no, eran los que iban a morir con nosotros, porque llegaban desde su casa directo al ventilador mecánico". "Hay que pensar que el hospital partió con seis ventiladores y nosotros llegamos a tener 34 pacientes ventilados en un momento. A mí nadie me creía cuando dije que el hospital completo se transformó en Covid".J"
"Comenzamos a apagar el incendio. Mis funcionarios fueron héroes. Nosotros vivimos la Batalla de Ardenas, una de las más cruentas de la II Guerra Mundial".
Doctor Francisco Muñoz, sobre la situación en el Hospital Carlos Cisternas.