Redacción - La Estrella del Loa

Esta vez no hubo huasos a caballo, personajes disfrazados, batucadas, comandos, familias completas en las afueras esperando para disfrutar el día en la calle o manifestaciones coloridas.

La sensación de autocuidado y civilidad marcó el proceso eleccionario en Calama con algunos detalles que la desmarcaron de procesos anteriores, como la mayor participación de votantes, muchísimo sufragio juvenil, aglomeraciones en locales durante la mañana y mucha responsabilidad sanitaria.

El grueso de gente llegó a votar temprano y eso se notó tanto dentro de los recintos destinados para el proceso como en la calle misma.

Luis Villaseca fue delegado de recinto en el Colegio Guadalupe de Ayquina y reconoce que "si bien el proceso se llevó a cabo de una manera muy normal, en la mañana hubo mucha más gente que en otros lados y había cuadras de espera con más de 500 personas".

Eso ocasionó "tacos" y cortes de tránsito, como reparó Pedro Vargas, chofer de la Línea 17 de colectivos. "Si lo comparamos con lo que pasa los lunes, que la gente está saliendo más a trabajar ahora, no fue tanto. Pero de que hubo que variar las rutas, fue necesario. Lo bueno es que la gente andaba tranquila".

También se vio solidaridad como en procesos anteriores aunque esta vez, marcada por los jóvenes, que no solo se sumaron a emitir su sufragio sino que además, quisieron participar del proceso como voluntarios.

Como en la escuela D-45, Emilio Sotomayor, donde la mayoría de los que apoyaron al público eran mujeres. "Tradicionalmente, nosotras somos más participativas en esto que los hombres. Lo que se ve a acá se replica mucho, principalmente en los locales de votación de Calama", señaló Karina Oliden, la delegada electoral a cargo del recinto.

Quien estuvo a cargo del control y seguridad en ese local y en el del Liceo América de la Villa Ayquina fue el Suboficial de carabineros, Mauricio Loyola.

"Las mesas se constituyeron temprano, la gente se preocupaba de venir con sus implementos de cuidado y se iban rápido. No se puede hablar de aglomeración acá porque en esta oportunidad, si bien se notaba un alto espíritu de participación también se pudo ver que la gente se cuidaba por la pandemia.

Por lo mismo, también fue bajo el número de vocales de mesa ausentes y la constitución de mesas fue temprano.

Si bien la jornada estuvo tranquila, hubo algunos momentos en que la alta cantidad de votantes que llegaron antes del mediodía provocó largas filas, algunas sin el distanciamiento social recomendado en tiempos de pandemia. Luis Villaseca, delegado del Colegio Guadalupe de Ayquina afirma que "en un momento llegamos a tener una fila de más de 500 personas esperando para cumplir su rol". No obstante, fue el Colegio de Calama el que mostró una preocupante aglomeración cerca de las 11 de la mañana, donde los votantes se quejaron de la poca distancia social que se guardó entre la gente en las afueras del recinto.