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Preocupa que Ollagüe se transforme en paso para la migración irregular

Fenómeno en el extremo norte del país tendría también efectos de ese tipo en ese poblado de la provincia.
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Redacción - La Estrella

La compleja realidad que están viviendo un centenar de ciudadanos venezolanos que han ingresado de forma irregular al país, es una situación que está siendo monitoreada por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), sobre todo por los desplazamientos que se han detectado hacia la comuna de Ollagüe, "donde vemos una forma más residual de estos ingresos, pero por cierto se advierte es una alternativa escogida por los migrantes venezolanos para ingresar al territorio nacional", comentó Víctor Flores, encargado de la suboficina Antofagasta de la OIM.

A la compleja situación humanitaria que atraviesan los migrantes venezolanos que han llegado al norte de Chile, y también a Calama por pasos no habilitados de la región, el profesional de la OIM, explicó que "si se analiza este fenómeno, los migrantes venezolanos provienen principalmente desde el Perú, país que ha sufrido mucho -al igual que otros de la región- con la pandemia. Entonces se podría estar ante un escenario en que los venezolanos estén buscando llegar a Chile, puesto que presenta mejoras o estabilidades económicas más alentadoras a los lugares de procedencia o paso de ellos" explicó Flores.

Pasos

Y sobre la causa que podría estar llevando a los migrantes a atravesar el desierto e ingresar por Ollagüe, localidad donde se han comenzado a registrar ingresos ilegales, Víctor Flores comentó que "desatada la pandemia cada país decretó medidas sanitarias y cierre de fronteras. Entonces vemos que esa migración se produce desde países que están con ciertos rasgos de complejidad. Y ante las medidas de control, se buscan otras para el tránsito y el ingreso, y eso podría ser uno de los factores que afectaría a esa comunidad por ejemplo. En donde otras personas de forma maliciosa los engañan y les ofrecen ingresar por sectores donde no se les impedirá su paso. Optando por poblados o las cercanías que tengan a ingresos informales o corredores por donde hacerlo", dijo el profesional de la OIM.

Casa de acogida

La suboficina Antofagasta de la OIM, junto con la pastoral social de la Diócesis de Calama, Caritas, se encuentran efectuando coordinaciones "para poder establecer una casa de acogida para migrantes vulnerables, principalmente para los casos más complejos, y con ello poder brindar un espacio para que cobije a quienes más lo necesitan y que hemos ido detectando en la ciudad", comentó el padre David Vargas al respecto de estas acciones solidarias.

El sacerdote agregó que "dentro de estas coordinaciones, y en las que también se ha sumado una empresa privada, estamos proyectando el poder habilitar este espacio, y con ello ayudar a nuestros hermanos migrantes que lo están pasando mal y que requieren de una ayuda en este escenario tan complejo", dijo David Vargas.

Kits sanitarios

Una de las acciones que efectuará en los próximos días la OIM y la Diócesis de Calama, "será la entrega de kits sanitarios para aquellos migrantes venezolanos que se encuentren en condición de precariedad. Esto en una acción conjunta con Caritas, y que permita que éstas personas cuenten con implementos de protección personal, a la espera de lo que podrían ser las otras gestiones como la casa de acogida para ellos", agregó Víctor Flores al respecto.

En tanto el padre David Vargas comentó además, que producto de las salidas a terreno y la labor de detección de ciudadanos venezolanos, "hemos podido detectar un total de 142 migrantes de esa nacionalidad, y que en algunos casos habían estado en residencias sanitarias de Calama. Pero esta tarea aún no termina y deberemos actualizar esa cifra con la información que obtengamos dentro de nuestros operativos en distintos puntos de la ciudad".

Hoy a contar de las 10.30 de la mañana Caritas, el sector privado y otros actores sociales se reunirán para abordar la habilitación de un espacio para que sirva de albergue a los ciudadanos venezolanos.

Transporte colectivo de Calama mejora pero aún falta para levantar al gremio

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Un pequeño repunte en la actividad del transporte público ha tenido el gremio de la locomoción mayor y menor de Calama, aún cuando sus dirigentes advierten que no ha sido el esperado tras el avance de Calama a la fase Tres, y que ha permitido mayor movilidad de sus habitantes.

Juan Carlos Villarroel, presidente de la línea 177 de microbuses de Calama, y una de las más grandes de la ciudad, comentó que "si bien se han presentado algunas mejorías en cuanto al transporte diario que efectuamos de nuestros pasajeros, aún estamos lejos de alcanzar cifras y traslados que previo a la pandemia teníamos".

El dirigente del transporte público mayor de Calama, agregó que "si bien se ha notado una mejoría, aún estamos bajos en traslados. En parte porque no hay escolares, y porque pese a las mejorías aún hay usuarios que no están utilizando a diario el transporte público", agregó el transportista.

En un recorrido por el sector centro de Calama, y en paraderos de la locomoción pública, algunos de los usuarios del transporte público comentaron que "yo prefiero la micro, porque es más amplia, me garantiza distanciamiento social, y es más barata", comentó María Suárez, dueña de casa que accedió a compartir su opinión, y agregó que "la prefiero para venir a efectuar compras y trámites, pero ahora la utilizo con menos frecuencia".

En tanto Jorge Salvatierra, jubilado que también quiso compartir su opinión dijo "sigo usando el colectivo, pero aunque se haya mejorado en algo la situación epidemiológica en Calama, salgo poco. Antes venía dos a tres veces por semana al centro a realizar compras o bien a efectuar algún trámite, pero ahora trato de cuidarme y no exponerme tanto. Entonces estoy usando menos locomoción colectiva", dijo.

Desde el sector del transporte menor, agregaron que "si ha habido mejoras, sobre todo en algunos horarios en que la comunidad sale a efectuar trámites y otras actividades, pero sigue siendo acotado, sobre todo en la tarde, ahí baja la afluencia de pasajeros. Ojalá que con esta modificación al toque de queda la situación mejore, pero seguimos bajos aún en traslados", dijo Juan Araya, conductor de colectivo local.

La línea 177 de Calama ha mantenido las frecuencias y a diario tiene un total de 95 micros recorriendo la ciudad. Aún así hay muy poco público, y de entiende porque estamos en permanente prevención. Entonces nuestra proyección, y sin contar con rebrotes, es que a fin de año pueda mejorar la cosa, y con ello también la condición sanitaria de Calama, que permita mayor movilidad", dijo Juan Carlos Villarroel al respecto.