Tradicionales negocios calameños tratan de surgir en medio del covid-19
Ferretería San Felipe y la Casa Mamita, son ejemplo de perseverancia después de meses arrastrando el obligado cierre de sus céntricos locales. Están generando fórmulas para continuar trabajando y agradecen a sus fieles clientes.
Redacción
A primera hora del día, se escucha en pleno centro de Calama, como se empiezan a abrir las cortinas metálicas de emblemáticos negocios familiares, los que con mucha esperanza, están empezando lentamente a surgir en medio de la crisis sanitaria más grave de las últimas décadas.
A ese sonido, ahora se le suma el fuerte olor a alcohol gel y desinfectante. Esa son las grandes incorporaciones que han tenido que aplicar en este tiempo, para mantener sus locales abiertos, evitando tanto que sus trabajadores y sus clientes se contagien de covid-19.
En la Ferretería San Felipe, ubicada en calle Sotomayor, indicaron que si bien existe miedo al rebrote, después de estar meses cerrados por la cuarentena, también hay mucha esperanza.
"El centro ha pasado momentos súper difíciles que no se pudieron manejar y como guinda de la torta, vino la pandemia y hemos tenido que sobrellevar todas esas situaciones. No ha sido fácil y hemos tenido que recurrir a varias situaciones para poder salir adelante", indicó María Isabel Tapia, una de las dueñas de la ferretería.
Ellas dan gracias a que han extremado esfuerzos, han podido mantenerse y también no despedir a sus trabajadores, los que en su mayoría llevan años con ellas. "Agradecemos mucho a nuestros fieles clientes, que incluso ellos nos esperaron a que nosotros abriéramos. Ellos al saber que pudimos hacerlo, se han acercado a comprar sus productos. Ellos han sido de mucha ayuda en este tiempo", agregó Tapia.
Pero esta nueva normalidad no ha sido fácil y al tener clientes antiguos, ellos también han tenido que adecuarse a algunos cambios, sobre todo apegarse a las normativas y protocolos covid.
"Por ejemplo, muchos de ellos no entienden que ahora no pueden entrar a vitrinear o que tienen que ver las cosas muchas veces antes de comprarlas, porque lamentablemente ahora eso no se puede hacer. Aquí solo pueden entrar usando mascarilla y con alcohol gel en sus manos. Pero lentamente han estado entendiéndolo", añadió otras de las dueñas, Marta Tapia.
Si bien, reiteran que les da miedo el rebrote, en esta pasada solo le piden a la gente que se cuide y utilice los elementos de protección, para que nadie vuelva a cuarentena o a tener muchos enfermos.
Reinventarse
Otro negocio emblemático del centro de Calama, es La Casa Mamita, que también están esperanzados de que todo mejore, luego de meses en que han tenido problemas con los proveedores y por el inminente cierre por la cuarentena.
"Ha sido un sube y baja, estamos aún aquí tirando hacia adelante, esperando que podamos seguir, ya que nunca habíamos pasado por una cosa así", indicó Miguelina Calcina, dueña de este emblemático recinto central.
Ellos fueron uno de los tantos que se reinventaron en estas pandemia. En plena cuarentena, lograron mantener sus ventas gracias a las redes sociales y su página web. Ahora solo están atendiendo de forma presencial.
"Sí, fue algo totalmente nuevo e incluso nos sentimos muy presionados a veces por estas vías, ya que no sabíamos ocuparlas y comenzamos de la nada a hacerlo. Pero nos funcionó mucho y también tuvimos que enseñarles a utilizar estas formas de compra a nuestros clientes, los que en su mayoría son adultos mayores. Pero nos resultó y fue un gran esfuerzo", añadió Miguelina.
Están atendiendo de corrido y también han tenido problemas con los clientes que aún no se acostumbran a esta nueva normalidad. "Muchos se van, porque no les gusta esperar, pero tenemos que hacerlo así, para cuidados de ellos igual", agregó Calcina.