Día del niño
Señor director:
Muchos hemos leído o escuchado la frase "La felicidad de ser niño", sí, la infancia es la etapa en que aprendemos a ver el mundo, la infancia nos llena de experiencias y así empezamos a construir nuestras realidades. Cada año tenemos un día dedicado especialmente a los niños y niñas del mundo, "El día internacional del niño", conmemorado cada 20 de noviembre.
Si bien es un día para celebrar todo lo conseguido en materia de derechos de infancia, también es un día que nos llama a reflexionar ¿Todos los niños tienen los mismos derechos?, ¿Todos los niños viven una vida de bienestar?, ¿Todos los niños logran un desarrollo pleno? Lamentablemente no todos logran esa "felicidad", y aquí es cuando podemos preguntarnos ¿Desde mi vereda qué puedo hacer?
La convención sobre los derechos del niño, adoptada el 20 de noviembre de 1989, cambió la perspectiva de ver la infancia. Los niños desde ese momento son sujetos de derecho y se sientan las bases de su desarrollo sobre cuatro principios fundamentales: la no discriminación; el interés superior del niño; el derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo; y el respeto por la opinión de los niños (UNICEF).
Si pensamos en el desarrollo, somos grandes agentes de cambio. Cada persona tiene algo que aportar en la vida de un niño, experiencia, amor, conocimiento o tan solo una simple sonrisa.
Como fonoaudiólogos podemos estar presentes en la vida de un niño desde que nace, prestando atención a sus necesidades y ayudando a suplir esas habilidades faltantes.
La alimentación, el lenguaje, el habla y el juego son elementos esenciales en la vida de los niños que favorecen a un desarrollo pleno, permiten cubrir necesidades y aportan al aprendizaje. ¿Cómo podría un niño tener derecho a expresarse libremente si no desarrolla adecuadamente su lenguaje?, ¿Cómo podría un niño tener una vida sana si no puede alimentarse?, ¿Cómo un niño en situación de discapacidad puede disfrutar de una vida plena si no recibe atención? Todas las respuestas a estas preguntas tienen un factor común, si a los niños y niñas no se les brinda una atención oportuna, estamos vulnerando sus derechos su derecho a la educación, su derecho a una vida sana y segura, su derecho al acceso a la información, entre otros.
Como personas y como profesionales comprometidos con la infancia y con una formación integral, debemos ser capaces de brindar estas oportunidades a los niño. Debemos generar instancias que nos permitan aportar a la sociedad y empoderar sus capacidades. Así, de alguna manera, equiparar estas diferencias, logrando desarrollar todas sus potencialidades. Juntos podemos construir, o por lo menos, intentar construir un futuro esperanzador.
Fabiola Soto Subiabre