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A dos años del naufragio en Mejillones, aún no es hallado Guillermo Cortés

El 25 de noviembre de 2018, la embarcación "Telma Belén" volcó en altamar. Cinco de los seis tripulantes llegaron a Mejillones, menos Cortés. Su búsqueda se canceló a los 7 días. Desde Lota, su hija María Isabel cuenta cómo fue la vida de "Willy".
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Ignacio Araya

Desde los ocho años que Guillermo Cortés trabajaba en la mar. Y a los 58, cuando ya llevaba mucho tiempo viviendo en Lota, el hombre continuaba viajando al norte durante largos meses para pescar lo que el océano ofrecía.

A María Isabel Cortés, su hija, le cargaba cuando se iba. Dos o tres meses sin el papá en la casa era mucho tiempo. "Él era lo máximo, la alegría del hogar. Para nosotros era lo peor que se fuera a trabajar", recuerda.

En noviembre de 2018, Guillermo, "Willy" como le llamaban, se despidió otra vez para embarcarse hacia Mejillones. Su hija cuenta que logró un contacto para un amigo suyo trabajara en una lancha. Quería pulirlo como pescador, y lo siguió. Era la primera pesca que tendría esa lancha, cuenta.

En el mar, frente a las costas de Mejillones, ocurrió la tragedia. Era el 25 en la tarde. Cuando estaban recibiendo el pescado, se habrían reventado las bodegas, haciendo inestable estar en esa lancha. María Isabel cuenta que "Willy" se dedicó a sacar a todos sus compañeros. Cuando a él le tocaba saltar a otro bote, decidió volver a buscar a un compañero que seguía en la sala de máquinas. "Cuando mi papá le pidió ayuda, ya no se la pudo entregar, era demasiado tarde".

La "Telma Belén" se había volcado.

Después de la alerta, personal de Corpesca dio los primeros auxilios a una tripulación que estaba extenuada y con su lancha volcada, cerca de la ensenada Los Choros. Las capitanías de puerto de la Armada en Mejillones y Antofagasta fueron en su rescate. Uno de ellos tenía una fractura en las costillas. Cinco de los seis tripulantes llegaron, por fin, a Mejillones. Menos Guillermo Cortés.

Búsqueda

Tanto la "Socoroma", el bote que rescató a la gente del naufragio, como los equipos navales y aéreos de la Armada, comenzaron a buscar a Guillermo. También miraron en tierra, por si él pudiera haber nadado hasta los roqueríos.

El problema es que llegar al sector es muy difícil. Por tierra, una patrulla tuvo que caminar mucho rato hasta por fin acceder a la costa.

"La mayor dificultad presente en el área de búsqueda radica en la profundidad en la cual se hundió la embarcación, cerca de 1.500 metros de profundidad", cuenta el gobernador marítimo de Antofagasta, capitán de navío litoral Roberto Alfaro.

La búsqueda continuó por varios días, entre la consternación general de los pescadores, y la angustia de una familia que supo la desaparición de su padre.

Naufragio

Según datos de Directemar, entre 2018 y 2020 han desaparecido 86 personas en las costas del país. Gran parte de esa cifra corresponde al accidente del avión C-130 FACH que viajaba a la Antártida, y que desapareció en las aguas con 35 tripulantes a bordo.

El capitán Alfaro explica que los procedimientos de búsqueda varían de acuerdo a los medios disponibles. "En este caso se efectuaron configuraciones buque (barrido paralelo y cuadrado expansivo), buque - buque (barrido paralelo), aéreo (búsqueda por vectores), aéreo - buque (barrido paralelo y transversal coordinada); y además barridos vía terrestres".

Sin embargo, los días pasaron, y Guillermo Cortés no aparecía. A los 7 días, oficialmente se canceló la búsqueda. De acuerdo a la normativa nacional e internacional, se termina cuando se pierde la esperanza razonable de vida. "Está basada en un cálculo de sobrevivencia por la temperatura del agua, viento, área geográfica y tiempo transcurrido", plantea.

María Isabel Cortés recuerda que ahí comenzó un calvario que se extiende hasta hoy. "Para llegar al punto del accidente de mi papá, tendría que llegar un robot de otros lugares y en Chile no llegan a la magnitud de la profundidad de donde le ocurrió el accidente", dice "Mi papá está a más de 2 mil metros de profundidad, entonces acá en Chile no habían recursos para eso".

A dos años de la tragedia, hay cosas inconclusas. Por ejemplo, dice la hija, el trámite de muerte presunta no ha avanzado en nada. Ella señala que pese a que le ofrecieron ayuda en esa gestión, no les responden y no saben cómo va la situación.

"Mi papá era el que mantenía la casa, y al final la viuda queda desamparada, queda en la nada. Por ejemplo, mi mamá tiene la jubilación de gracia que dan y con eso se mantiene", denuncia.

Quienes sí ayudaron, aparte de la Armada, fueron los propios colegas pescadores. La hija de Guillermo Cortés agradeció al presidente del sindicato en Antofagasta, Héctor Souza, quien se puso con alojamiento y alimentación a la familia cuando tuvo que viajar desde Lota.

Aunque la familia pidió reanudar la búsqueda de Guillermo Cortés, les dijeron que no había mucho por hacer. "El tema de mi papá es imposible de olvidar, nosotros todos los días lo recordamos y hace muy poco nos planteamos qué pasaría si lo llegaran a encontrar. Y nosotros preferiríamos como que quedara así, porque quizás qué van a encontrar... sería algo mucho más doloroso", plantea María Isabel.

Sin embargo, el recuerdo y el cariño eterno por su padre continúa en las palabras que su hija menciona al hablar de él, cómo vivió, y lo que hizo Guillermo Cortés, "Willy", para sacrificarse por los demás. "Mi papá se preocupó hasta de la más mínima persona que estaba en esa lancha", dice.

86 personas han desaparecido en las aguas del país entre 2018 y 2020, según datos de Directemar.