Vecinos están aburridos de las fiestas clandestinas y piden más fiscalización
En distintos puntos de Antofagasta, dirigentas vecinales cuentan cómo continúan los carretes. Gobernador Espinoza cuenta que se está usando el mapa de calor para programar fiscalizaciones.
Redacción - La Estrella
La presidenta de la junta de vecinos de la población Empalme, Ernestina Galleguillos, cuenta que en su sector todas las semanas hay carrete "y no hay respeto alguno". La dirigenta antofagastina siente la bulla por las noches, durante el toque de queda, y señala que después del Año Nuevo hubo una fiesta tan grande que "me llegaban a retumbar los vidrios", dice.
"Más abajo es de todos los fines de semana. Viernes, sábado, domingo. Y no son extranjeros, son chilenos. Que vengan y los identifiquen, les pasen un parte, porque pasando un parte, que les duela, no lo van a volver a hacer", opina, lamentando que varias veces ha llamado para que le pongan atajo a la fiesta, pero no hay respuesta.
Las fiestas clandestinas se han repetido en la capital regional. Según datos de Carabineros, entre el 1 y el 26 de enero, se ha detenido a 29 personas en Antofagasta por fiestas a la mala, en dos procedimientos donde habían 38 asistentes, en horarios fuera del toque de queda.
En la villa Los Chañares, su presidenta Carolina Alcalde cuenta que es "terrible" lo que pasa con las fiestas y las pandillas. "Recién vino la ambulancia y no se pudo meter porque los gallos tienen puesta la parrilla afuera. O sea, hacen lo que quieren (…) Desde que empezó la pandemia han ocurrido estas cosas".
Según cuenta la dirigenta vecinal, todos los viernes y sábado hay fiestas que terminan a las 6 de la mañana. "Aparte, que andan robando como locos. A mi vecina le robaron los teléfonos (…) No tengo cámaras de seguridad en la población. Todos los vecinos andamos a la que salta porque hay mucha delincuencia, demasiada", agregó al respecto la vecina antofagastina.
Noches
María Rivera, dirigenta en la villa Los Salares, cuenta que en el grupo que tiene con otros dirigentes de Antofagasta, la opinión general es que ya no dan más con los carretes, y señala que nadie los escucha. "Lo que pasa es que muy seguido se han cambiado autoridades, y todos llegan con un propósito. Primero, poner a su gente, y después hacer la pega que corresponde".
En su sector, señala Rivera, por lo menos hay cuatro días en la semana en que hay vecinos que meten bulla. "Nos dieron unos teléfonos para justamente acusar los ruidos molestos. No existen", dice.
Al norte, en el condominio social "Catalina Cruz" su presidenta Lilian Aguirre concide con el diagnóstico, de que denuncian al teléfono para las fiestas clandestinas, "pero tampoco pasa nada". La situación de las fiestas, explica, se ha visto en todas las fases de la pandemia. "Yo creo que tendría que haber fiscalizaciones (…) En Santiago hay comunas que uno llama a la muni, y van inspectores municipales con Salud y todo a fiscalizar, pero tenemos camioneta de seguridad ciudadana no sé para qué".
El gobernador provincial Nalto Espinoza señaló que se están haciendo fiscalizaciones en el tema, principalmente los fines de semana. "Generalmente se concentran en la parte alta de la ciudad, del sector céntrico, y básicamente tiene que ver con fiestas que se realizan en lugares no habilitados", dijo.
En el último comité policial, se agregó el mapa de calor que se utiliza para ver las zonas con mayores contagios. Entonces, cuenta el gobernador, se está informando a las policías para programar fiscalizaciones en esos lugares. "Estas fiestas son realmente muy peligrosas", enfatizó Espinoza, respecto al riesgo de contagio al no haber distanciamiento social, mascarilla e intercambio de vasos o botellas.
29 detenidos por fiestas reportó Carabineros en Antofagasta entre el 1 y el 26 de enero.

