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¿A qué volumen hay que escuchar música para no molestar a los vecinos?

Un experto dijo además, que los parlantes deben ubicarse lejos de las paredes y nunca directamente sobre el suelo.
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Natividad Espinoza R.

Escuchar música es una práctica de primera necesidad para muchos y un verdadero salvavidas cuando la moral está algo baja, sobre todo en tiempos difíciles como los que corren. Sin embargo, quienes disfrutan del volumen alto y/o tienen vecinos algo quisquillosos saben que es importante moderarse para mantener una buena convivencia.

En el Día de la Concientización Sobre el Ruido, (ayer), el ingeniero civil en Acústica y Sonido, Claudio Villegas, explicó a este medio que para no molestar a otros lo ideal es escuchar música a entre 60 y 70 decibeles, medidos con un sonómetro a un metro del parlante.

Y por supuesto, no tener un sonómetro no es una excusa para pasarse, puesto que actualmente hay varias aplicaciones de sonómetros para smartphones, tales como Audiobel y -simplemente- Sonómetro.

Dónde va el parlante

El experto manifestó además que hay que procurar no poner los parlantes cerca de las paredes, puesto que "eso hace que el sonido genere mayores reflexiones dentro de la misma sala". Pero eso no es todo, ya que también aseguró que no hay que ponerlos pegados al suelo.

"Al dejar un parlante en el suelo hay mayor generación de frecuencias bajas y además las personas no escuchan de forma directa. El parlante siempre tiene que estar a la altura de los oídos", agregó.

Algo de aislación

También se pueden prevenir conflictos con vecinos mediante la aislación. "Es ideal usar ventanas con termopaneles, que son como dobles ventanas y que a la vez tienen sellos más herméticos que los de las ventanas de aluminio. Por lo tanto, no hay fuga acústica", sugirió Villegas.

Una alternativa más económica es poner material absorbente en la pieza donde se va a escuchar música, como por ejemplo espuma de alta densidad.

"Se hacen unos paneles con esa espuma, se les coloca un marco y se arman unos listones. En las esquinas se pueden poner trampas de bajo", precisó el profesional.

Cuidado personal

La otorrinolaringóloga de la Clínica Alemana, dra. Carolina Der, destacó en tanto la importancia del cuidado personal, destacando que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) "los adultos no deberían escuchar más de 40 horas semanales de música, a un máximo de 80 decibeles". Y para los niños, la recomendación del mismo organismo es no sobrepasar los 75 decibeles.

La médica añadió que "una recomendación más práctica es nunca subir el volumen del dispositivo más allá del 60% del máximo que permite el aparato y monitorizar el número de horas que se está dedicando a oír música".

La profesional de la salud advirtió que hay que tener cuidado al escuchar música en entornos ruidosos, sobre todo si se van a usar audífonos.

"Cuando hay mucho sonido ambiente uno tiende a enmascararlo subiendo el volumen que puede ser riesgoso para los oídos. Por lo tanto, no es recomendable escuchar música en ambientes ruidosos. En silencio, en cambio, siempre se escucha música con volúmenes más moderados", aseguró Der.

La Unesco advirtió que los océanos podrían dejar de absorber el CO2

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Los océanos podrían perder su rol de pulmón del mundo para convertirse en enemigos del medio ambiente, ya que el exceso de dióxido de carbono en su interior podría contribuir al calentamiento global, dice un informe de la Unesco.

El objetivo de este reporte de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) de la Unesco, titulado "Investigación integrada sobre el carbono oceánico", fue analizar la acumulación de CO2 en los sumideros oceánicos.

El estudio muestra que la acumulación de este agente contaminante en el fondo marino ha permitido retener el índice de CO2 atmosférico en 410 ppm (partes por millón de dióxido de carbono), en vez de las 600 ppm que se calcula que habría sin la contribución de los océanos. Pero esto se puede invertir.

"En lugar de absorber el carbono, los océanos contribuirían al calentamiento causado por el efecto invernadero del CO2", dice la previsión para el escenario en que no se tomen medidas correctoras.

Otro objetivo del estudio es proporcionar a los responsables de la toma de decisiones los conocimientos necesarios para desarrollar políticas de mitigación de la contaminación oceánica.

El texto del COI también recuerda a los gobernantes que la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático establece que el conocimiento científico debe ser la fuente en la que se basen las decisiones tomadas para lograr los fines del acuerdo de París.

Los expertos de la COI proponen finalmente en el informe un plan de acción contra la presencia del CO2 en los océanos basado en el seguimiento y la medición del dióxido de carbono en los océanos, aumentar el conocimiento sobre sus efectos y buscar fuentes alternativas de energía no contaminantes.