Una buena y una mala
Estimado director:
Una buena, una mala y un bonus track. Partamos con la mala, muchos candidatos que durante la campaña electoral, le prometieron a sus electores de todo y para todos, pero al saberse perdedores, se hicieron humo, en vez de colocarse a disposición de los que fueron elegidos para seguir ayudando a sus queridos electores. ¿Dónde quedaron sus promesas, sus frases de apoyo tales como..."Siempre estaré a su lado", "Cuente conmigo"?
Y la buena, un golpe a la cátedra, porque como nunca esta vez los partidos políticos que perdieron en las urnas, salieron y reconocieron que habían perdido, y no como en otras oportunidades que le buscaban hasta "la séptima pata al gato", para explicar que no habían perdido, incluso algunos más "jugados", en iguales jornadas de derrotas, se autodeclaraban también ganadores.
Bonus track. No sería mala idea que la familia política & asociados hiciera un mea culpa y estudiara mejor a sus candidatos antes de proponerlos, que como mínimum minimorum, superaran ampliamente, pero muy ampliamente los paupérrimos requisitos que hoy se les exige para postular a todo en Chile. Tal vez ahí está la causa de la gran abstención, al ofrecer una parrilla muy poca atractiva, mucha cantidad, pero exigua en calidad.
Luis Enrique Soler Milla
Constitución
Señor director:
Las constituciones surgen originalmente como un límite a la acción de los monarcas absolutos. Hoy puede agregarse el resguardo y protección de las libertades y derechos fundamentales de las personas frente a eventuales arbitrariedades de las autoridades, incluso si dicha potestad la ejercen mayorías contingentes. De este modo, las constituciones son una expresión de la ley y la juridicidad, distinta a la voluntad fortuita de los legisladores.
Es importante recordar esto en tiempos en que predomina un concepto distorsionado de representación como simple sometimiento del legislador o del convencional constituyente, al deseo del elector. Esto puede manifestarse en las propuestas de algunos representantes de modificar o eliminar las normas que limitan el actuar de la convención constituyente que podría caer en un despotismo administrativo sin control, contrario a la libertad de las personas.
Martín Durán F.