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Dra. Jacqueline Blanchard:

"Nos vimos involucrados también desde el punto de vista emocional porque lamentablemente dentro de ese grupo de personas llegaron amigos, conocidos, algunos eran familiares. La parte emotiva, de todo lo que significa estar ahí con el dolor del familiar y personal no fue menor".

Rosa Molina, vivía en calle Aysén, población O'Higgins en 1991:

"Esa noche se cortó la luz y no dormí"

Ana Cifuentes:

"Para cruzar la calle, de los Colectivos hacia el servicentro, me tuvieron que pasar en brazos porque el agua llegaba hasta mi estómago. No teníamos agua, no teníamos luz, gas y yo tenía que salir a buscar por último un termo para darle la leche y comida a mi hija".

Antón Salinas:

"Si uno miraba hacia arriba, la quebrada Baquedano era algo plano, lleno de lodo, todo el centro. Me acuerdo de un militar que dijo 'nosotros no vamos a meter máquinas porque podríamos mutilar los cuerpos'. Así que a pura pala".

Dra. Jacqueline Blanchard:

"Nosotros teníamos dentro del protocolo que el reconocimiento (de los cuerpos) tenía que ser rápido, debía hacerse un diagnóstico médico legal general, no se hacía necropsia y se veían algunos elementos que certificaran que había sido asfixia por sofocación. Por lo mismo, para poder apoyar a la familia (…) En la Urgencia llegaron muchas personas y se llenó de heridos, de politraumatizados, hubo que convertir el hospital completo".

Isabel Chong:

"El aluvión nos llevó todo. No había casa, no había nada. Todos nos salvamos gracias a Dios. Después de ahí tuvimos que irnos, nos fuimos a la casa de un padrastro en calle Quito. Con los años, con toda la fortaleza nuestra, logramos salir adelante. Faltó mucho psicólogo para los niños en ese tiempo, porque quedaron con miedo, con pánico, con angustia".

Ana Cifuentes:

"Mi esposo llegó a buscarme en el transcurso de la mañana, porque estaba la embarrada aquí en el centro y ahí en la calle Matta con Baquedano, en esa esquina, había un cerro de tierra (…) En la noche obviamente que los supermercados colapsaron, no había nada y había que andar con mascarilla, porque había mucho polvo en suspensión".

Sergio Santander:

"El aluvión fue más grave que el terremoto. El barro destruyó viviendas, bajó por la quebrada Baquedano, trajo gente, inundación, hizo mucho daño".

Ricardo de la Peña, fotógrafo de "La Estrella del Norte" en 1991:

"Me acuerdo de todos los detalles como si hubiese sido ayer (…) es lo más fuerte que vi en mi carrera".

Bernardo Chamorro:

"Es algo que no vas a olvidar nunca, te quedan los recuerdos".

Isabel Chong:

"Hoy tratamos de contar la historia, pero siempre nos quebramos. Y siempre llanto, por toda la gente que falleció...".