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Calameña lleva un año en que le siguen apareciendo secuelas por el covid-19

María Espíndola continúa sufriendo consecuencias de haber estado 12 días intubada por este virus y lo que es peor, como es todo nuevo, no sabe lo que le depara para el futuro.
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Redacción - La Estrella del Loa

La vida de María Espíndola (50) cambió radicalmente cuando se contagió de covid-19 en julio del 2020. Pero esta calameña relata, que pese a haber estado 12 días intubada grave en Antofagasta, la enfermedad misma no fue tan terrible como son las secuelas que ha sentido durante más de un año.

En este momento tuvo que volver a rehabilitación, porque ha tenido múltiples recaídas y la explicación siempre es la misma: "Nadie sabe cómo va actuar el virus en tu cuerpo".

Por lo mismo, tiene dolores físicos, pérdida de memoria, cansancio y quedó con miles de miedos, entre esos, volver al exterior. Nos abrió unos momento su corazón, para entregarnos su testimonio, para ver si eso le ayuda a la gente, a sensibilizarse frente a lo que está pasando con esta pandemia.

"Todo comenzó el año pasado, donde yo estaba en mi casa, nos cuidábamos demasiado y mi marido se contagió en su trabajo, entonces el llevó al virus al hogar. Pero lo más terrible de esto, que fui yo, de toda mi familia, la que se puso más grave. En el hospital, me confirmaron el diagnóstico y me mandaron a la casa, pero fueron los de la Seremi de Salud, cuando me llamaron para pedirme los datos de trazabilidad que notaron que yo no estaba bien y respiraba muy mal. Fueron ellos los que pidieron una ambulancia y de ahí no me acuerdo de nada más, lo que sé que ocurrió, es porque me lo contaron mis hijas", explicó María.

Una vez en el Hospital Carlos Cisternas de Calama, su evolución fue muy desfavorable y fue una de las que tuvo que ser trasladada hasta el Hospital Regional de Antofagasta para salvarle la vida.

"Estuve 12 días intubada, donde mis recuerdos son muy vagos, es como un sueño, donde escuchaba cosas de lejos, no sabía nada de lo que estaba pasando y cuando empecé a despertar, no sabía dónde estaba, donde estaban mis hijas, mi familia, ni el tiempo que había pasado, eso de verdad es muy terrible y impactante a la vez", añadió la calameña.

María despertó en la UTI, ya estaba evolucionando mejor, pero no sabía el largo camino que le esperaba en ese momento.

Rehabilitación

"Recuerdo que yo pensé que esto iba a despertar, iba a estar bien altiro y cuando me hablaron de rehabilitación, dije bueno me queda poco entonces para volver a mi casa. Nos enviaron al antiguo hospital de Antofagasta, donde yo me iba a levantar y las TENS me dijeron que con cuidado, porque me podía caer. Pero yo no les hice caso, me levanté y me desmoroné inmediatamente, al grado que no sentía fuerza en mi cuerpo, había perdido tanta masa muscular, que no tenía fuerza ni siquiera para levantarme", agregó esta calameña que estuvo 12 días intubada.

Desde ese momento, María ha comenzado con sus eternos controles médicos y terapias de rehabilitación, además de un extenso trabajo con psicólogos y psiquiatras.

"Nada que decir, es un equipo fantástico, donde hay médicos, terapeutas ocupacionales, kinesiólogos, psicólogos, médicos, entre otros. Soy yo, es mi cuerpo, el que no quiere responder, estoy más de un año que no logro ver mejoras. Me habían dado de alta y comenzaron los dolores otra vez, la debilidad, mis indicadores nuevamente se alteraron y así está pasando, entonces vuelta a rehabilitación, terapias, que no sabemos cuánto me van a durar, cuándo necesitaré de nuevo o si me va a aparecer algo otra vez, porque durante este tiempo ha sido así, un sube y baja, donde no he podido estar bien otra vez", indicó la paciente.

Uno de los problemas que más la ha complicado, es las secuelas que ha evidenciado durante este año, es el extremo cansancio, la falta de respiración y la pérdida de memoria, la cual ha tenido que trabajar demasiado, pero hay momento, en que no logra concentrarse, lo que la desespera. "Yo siempre le digo al médico, siento que tengo el cerebro como dormido y no quiere reaccionar, entonces eso me pone muy mal, porque yo no era así antes, mis hijas me apoyan mucho, pero a mí me baja toda la ansiedad y preocupación, porque no sé si esto se va a complicar, no sé si se me va a pasar, no tengo idea y lo que es peor, los médicos no logran decirme tampoco y no los culpo, porque ellos tampoco lo saben, porque todo esto es nuevo".

Notifican cinco nuevos casos de coronavirus en la comuna

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La comuna ha presentado un leve aumento tanto en contagios como en la ocupación de las camas críticas.

Hasta mediados de septiembre, Calama se caracterizó por tener su mejor momento epidemiológico, prueba de esto, es que fue una de las primeras ciudades en avanzar a la Fase 4 del Plan Paso a Paso.

Pero ya la expectación se apoderó de todos, ya que no se sabe realmente lo que va a pasar en las próximas semanas y solamente hay que esperar, si es que va a haber un aumento brusco de la curva de contagios producto de las celebraciones de las Fiestas Patrias.

Por el momento, el leve aumento se ha visto reflejado en Calama, de llegar a cero notificación de caso, ya está en cinco diarios como promedio y lo otro que subió, fue la ocupación de camas críticas. En este momento, en la red de salud local, hay cinco loínos conectados a ventilación mecánica por este virus.

En cuanto a la hospitalización en camas básicas, hay 8 pobladores internados y no han habido fallecidos.